La seremi de Medio Ambiente, Sonia Reyes, destacó la importancia de los espacios verdes para la salud de los pacientes y la resiliencia ante la crisis hídrica, mientras que críticos advierten que las medidas podrían retrasar el avance del proyecto.
El proyecto del nuevo Instituto Nacional del Cáncer, ubicado en la comuna de Independencia, enfrenta una creciente controversia debido a los comentarios realizados por el Sistema de Evaluación Ambiental (SEA).
Las observaciones al proyecto, que se encuentra en evaluación desde julio de 2024, incluyen una serie de solicitudes relacionadas con la biodiversidad, el diseño de áreas verdes y el uso de técnicas especializadas en jardines, lo que ha generado reacciones de preocupación en algunos sectores.
Una de las solicitudes clave, realizada por la Seremi Metropolitana de Medio Ambiente, busca que el diseño paisajístico del hospital favorezca la conservación de la biodiversidad, pidiendo la inclusión de áreas verdes que favorezcan la vida de insectos, arácnidos y fauna urbana.
Además, se pidió incorporar corredores biológicos de vegetación y refugios de fauna. Estas exigencias fueron criticadas en una carta enviada a El Mercurio por los exministros Ignacio Briones y Juan Carlos Jobet, quienes, junto a un grupo de expertos del centro de pensamiento Horizontal, cuestionaron la razonabilidad de las demandas.
“Algunas autoridades se permiten formular exigencias carentes de toda razonabilidad y ponderación”, afirmaron, destacando que estas medidas podrían ser inapropiadas para un proyecto ubicado en una zona urbana de alta intervención.
Seremi se defiende de cuestionamientos
En respuesta a estas críticas, Sonia Reyes, Seremi de Medio Ambiente de la Región Metropolitana, defendió las observaciones realizadas por su equipo, aclarando que “no se tratan de nuevas exigencias, sino de recomendaciones basadas en la necesidad de promover la resiliencia ante la crisis hídrica y la preservación de la biodiversidad urbana”.
“Tratan de vincular las recomendaciones técnicas, realizadas en el marco de la evaluación ambiental, con un supuesto retraso del proyecto, lo cual no es efectivo”, sostuvo en una carta dirigida a El Mercurio.
Reyes destacó que el diseño propuesto, que incluye casi 4,000 m² de áreas verdes, busca beneficiar tanto a los pacientes como al entorno natural del hospital, mejorando la salud física y mental de quienes visitan el centro.
“Lo que planteamos no es un ‘santuario de la naturaleza’, sino un diseño que respete y fomente la biodiversidad urbana“, explicó Reyes en su respuesta.
A su vez, hizo énfasis en que este tipo de espacios verdes son fundamentales para la rehabilitación de pacientes, respaldados por estudios internacionales que muestran cómo estos contribuyen a una mejora en los procesos de recuperación.
En la misma línea, califico como “malintencionada” la carta enviada por los exministros.
“Finalmente, debo recalcar que diferentes estudios, nacionales e internacionales, han demostrado que los espacios verdes permiten mejorar la salud mental y física de las personas, provocando cambios positivos en los procesos de rehabilitación y acortando los periodos de hospitalización. Por ello, consideramos que la propuesta del titular de incluir casi 4 mil m2 de áreas verdes es totalmente apropiada, y permite simultáneamente preservar la biodiversidad urbana y entregar un ambiente saludable a los pacientes, cuerpo médico y visitantes”, puntualizó la autoridad.
Cuestionamientos a la permisología
El proyecto ha sido objeto de otras observaciones, algunas de las cuales también han causado controversia. Entre ellas, destaca la solicitud de incorporar la técnica japonesa Miyawaki para la creación de bosques urbanos, la instalación de señalética educativa en los jardines del hospital y la implementación de un protocolo ante hallazgos paleontológicos, consignó Ex-Ante.
Además, se han planteado requerimientos relacionados con la evaluación del impacto del hospital sobre las estructuras cercanas, como el Estadio Santa Laura y el Cementerio General.
El debate se ha intensificado en torno al uso de las herramientas de evaluación ambiental del Estado, con expertos que advierten sobre un posible uso desproporcionado de estas medidas.
Los críticos argumentan que algunas de las exigencias podrían retrasar un proyecto clave para la modernización de la red hospitalaria, que tiene como objetivo reemplazar al actual hospital oncológico ubicado en calle Profesor Zañartu, Independencia.