Prince fue encontrado muerto a sus 57 años en su casa y estudio de grabación de Paisley Park, en Chanhassen, Minnesota, hace casi un año y fue ahora que se dieron a conocer documentos judiciales que explican cómo fue que perdió la vida.
Los documentos a los que la corte tuvo acceso y que han sido publicados este lunes, revelan que los envases de píldoras que se encontraron y con los que sufrió la sobredosis contenían analgésicos opioides y tenían el nombre de Kirk Johnson. Johnson era amigo de Prince y encargado de sus propiedades y durante la investigación declaró a los investigadores que el cantante había consumido durante años opiáceos y que luchaba contra esa adicción.
Las píldoras estaban mal etiquetadas y en realidad contenía fetanilo, un opiáceo sintético 50 veces más poderoso que la heroína, y oxicodona, un fuerte analgésico de tipo opioide.
El médico que trato a Prince, Michael Todd Schulenberg, explicó que puso el medicamento a nombre de otra persona para proteger su privacidad.
El informe determinó que Prince se suministró a sí mismo fetanilo y que murió de manera “accidental”, por lo que los médicos descartaron que se tratara de un suicidio.
Antes de morir, el artista se contactó con Howard Kornfeld, un experto en tratamiento de adicciones de opiaceos. Miembros del equipo de Prince solicitaron a este hombre que ayudara al artista de manera urgente con sus problemas de consumo de calmantes, pero, dado que Kornfeld vive en California y no podía atender a Prince de inmediato, fue su hijo Andrew, que trabaja también con el médico, quien viajó a Minnesota en primer lugar.
Según el abogado de los Kornfeld, William Mauzy, Andrew estuvo presente en el domicilio de Prince el día de su muerte, el 21 de abril de 2016.
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