Por Constanza Cabrera

“Quisiera hacer el llamado a respetar los derechos de los pacientes respecto a la reserva de su diagnóstico y antecedentes de salud”, señaló en una conferencia de prensa la ministra de la Mujer y la Equidad de Género, Antonia Orellana, en relación a la denuncia de un supuesto intento de aborto realizada por la ex pareja de la seremi de Ñuble ante Carabineros.

La titular manifestó su preocupación por el estado de salud de la involucrada, quien se encuentra hospitalizada en el Hospital Clínico Herminda Martín, bajo los protocolos establecidos por la Ley Dominga. Asimismo, la autoridad regional interpuso con posterioridad una denuncia por violencia intrafamiliar (VIF).

Sobre este caso, la Red de Periodistas y Comunicadoras Feministas manifestó su repudio sobre el actuar de los medios de comunicación a lo largo de la jornada.

“Nuevamente los medios de comunicación asumen un rol de enjuiciador de las acciones de una mujer, sin siquiera tener confirmaciones de su actuación”, expresó la entidad a través de redes sociales.

“Llamamos a no volver de esto un morbo. Por nuestra parte seguiremos luchando por un periodismo feminista y consciente y por medios de comunicación que informen con respeto sobre las vivencias de las mujeres”, agregaron.

Fabiola Gutiérrez, periodista y coordinadora de la Red, en conversación con CNN Chile indicó que “los medios de comunicación tienen una responsabilidad social con las audiencias y desempeñan un papel fundamental en la conformación de representaciones sociales, políticas y culturales”.

“Es necesario fomentar la consolidación de una opinión pública informada y respetuosa de los derechos humanos de las mujeres, en particular sobre sus decisiones en materia personal”, sostuvo.

Enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género

Para la Red, la violencia es un mecanismo de control social y se presenta de muchas formas y en este caso es una “violencia simbólica”.

“El llamado es informar con precisión, no exponiendo información personal ni privada”, señaló Gutiérrez.

Por ello, encuadrar estas informaciones como “un problema social y una vulneración de derechos fundamentales de las mujeres” permite ampliar la perspectiva del trabajo periodístico.

Entonces, ¿cómo evitar el tratamiento inadecuado de estos temas? La periodista es enfática en señalar que es importante un “enfoque de derechos humanos, con perspectiva de género”.

“Los relatos sin un encuadre tienden a criminalizar y estigmatizar a las mujeres, generando una onda expansiva de una mala información donde todas y todos se sienten con el derecho a tomar posición desde una moral superior”, reflexionó.

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