A raíz de la investigación iniciada por una posible red de adopciones irregulares en Chile, que habría operado en los años de la dictadura (1973-1990), la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos (Bridehu) de la Policía de Investigaciones (PDI) impulsó un proceso de recolección de antecedentes por estos hechos.
De esta forma, desde febrero de 2019 hasta ahora se han recibido 262 denuncias por adopciones irregulares, de las cuales la mayor parte corresponden a casos registrados en las regiones Metropolitana (140), del Biobío (45) y La Araucanía (45).
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Estas fueron derivadas a la Corte de Apelaciones para ser investigadas por el ministro en visita Jaime Balmaceda, quien maneja 530 casos presuntamente ocurridos en Chile y el extranjero.
Según explicó a La Tercera la jefa de la Bridehu y subprefecta de la PDI, Carolina Namor, muchas de estas denuncias corresponden a “niños que fueron entregados a familias en el exterior, principalmente en Europa”, y que hoy siendo adultas dieron a conocer los hechos ante las sospechas.
Con la información recopilada hasta ahora por la PDI, se han reconocido cinco posibles escenarios sobre cómo operó esta red.
- A través de la sustracción de niños directamente desde el servicio de salud o instituciones de protección del Estado. “En muchas ocasiones se habría mentido a los padres, señalándoles que el niño habría nacido muerto”, señala Namor al respecto.
- Por medio de personas que cometieron irregularidades en el proceso de inscripción de nacimiento en el Registro Civil, al dar uso de un nombre diferente al que tenía la familia de origen del menor.
- Engañando a la madre para que hiciera entrega de su hijo.
- Pagando dinero a cambio del menor.
- Por la acción de un tercero voluntario, que lograba que la madre accediera a dejar al menor.
La jefa de Bridehu indica al matutino que, ante la diversidad de casos y denuncias que han llegado, “trabajamos para establecer analogías de cada uno de ellos, etapa especial para poder determinar métodos utilizados en las adopciones irregulares, como también para el caso de personas e instituciones que hubiesen participado y, fundamentalmente, la dinámica de los hechos y los posibles intervinientes“.
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Para investigar los casos, la Bridehu ha trabajado en conjunto con el ministerio de Salud, el Registro Civil y el Servicio Nacional de Menores (Sename), para recolectar datos y buscar fichas clínicas en los libros de instituciones de salud. “No obstante, pese a los años transcurridos, se mantendrían libros y registros asociados a partos que nos permiten establecer si las denuncias corresponden a recién nacidos fallecidos y el destino de estos”, señala Namor.
La PDI habilitó un correo electrónico (adopcionesirregulares@investigaciones.cl) para recibir antecedentes de personas que podrían estar relacionados con los casos que se investigan y que ocurrieron tanto en Chile como en el extranjero.
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