La Brigada Investigadora de Trata de Personas (Britrap) de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI) reveló que en los últimos tres años ha habido un aumento en el delito de trata de personas y tráfico de migrantes.
Así lo exponen a partir de una operación de la Britrap que, en noviembre 2019, desbarató una red internacional entre Chile y Colombia que traía mujeres desde Colombia para que ejercieran la prostitución.
La organización tenía operaciones en las ciudades de Santiago, Temuco, Osorno y Puerto Montt.
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El modus operandi consistía en que los líderes enviaban videos desde Chile ofreciendo una casa amplia para vivir en buenas condiciones con un buen salario. Sin embargo, la oferta que les realizaban nunca se concretaba y finalmente eran engañadas: vivían en misma pieza pequeña donde dormían debían atender a los clientes.
“A ellas las engañaban y se aprovechaban de su situación vulnerable, ya que no tenían redes y entraban como turistas, pero con el objetivo de ejercer la prostitución”, aseguró a La Tercera el jefe de la Britrap, comisario Giordano Lanzarini, tras identificar a 50 mujeres traídas a nuestro país para ejercer la prostitución.
“Las víctimas no se reconocen a ellas como víctimas”
El mencionado caso es uno de los tantos ejemplos de cómo opera el delito de trata de personas que ha investigado la Britrap y que, de acuerdo a cifras entregadas por la PDI, ha aumentado en los últimos años.
En esa línea, el comisario consignó que “la trata de personas es la esclavitud moderna” debido a que “significa doblegar la voluntad de una persona para ejercer algún tipo de actividad en favor de otras personas”.
El análisis reconoció que las víctimas de trata de personas en Chile son más mujeres que hombres.
Factores como el engaño, aprovechamiento de la situación de pobreza y vulnerabilidad de migrantes implican que las mujeres no se den cuenta que están siendo parte de un ilícito. “Las víctimas no se reconocen a ellas como víctimas”, explicó Lazarini al respecto.
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Otro factor importante que resaltó la autoridad es que los “extranjeros que llegan a nuestro país no tienen redes de apoyo” y también existe una “desconfianza a la autoridad y hacia la policía”.
Desde la Britrap afirman que existe una relación directa entre el alza en la trata de personas y el tráfico de migrantes con el aumento de la migración en Chile.
Juan Pablo Ramaciotti, director de Incidencia y Estudios de la Fundación Servicio Jesuita Migrante (SJM), aseguró que desde su experiencia “nos ha tocado ver casos en que las personas llegan engañadas y luego son víctimas de abusos y vulneración de sus derechos” lo cual hace que sea “muy difícil que puedan escapar de esa situación”.
Una medida posible a tomar para comenzar a disminuir estos delitos es “regularizar la situación migratoria”, según aseveró Ramaciotti, quien también agregó que “las medidas administrativas no pueden estar por sobre los Derechos Humanos de las personas”.
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