Una nueva estrategia creó la Municipalidad de Las Condes para fiscalizar la venta de alcohol a menores de edad.

Luego de que se declinara la opción de formar unabrigada encubierta” de adolescentes que se preocupara de identificar a los negocios y botillerías que no cumplían con la normativa, se anunció una ordenanza municipal que obligará a los expendios de bebidas alcohólicas a verificar la mayoría de edad de los clientes.

A partir del próximo sábado 6 de julio, todos los locales deberán pedir a los compradores que demuestren su mayoría de edad a través de la cédula de identidad, un pasaporte o con huelleros digitales, como los que se usan generalmente en las consultas médicas.

De esta forma, según indicó Joaquín Lavín a El Mercurio, el municipio podrá fiscalizar a las botillerías con jóvenes que se hagan pasar por clientes, pero que ya tengan 18 años.

Esta medida también involucrará a las apliaciones de venta delivery como Rappi, Pedidos Ya y Uber Eats, las que son usadas por menores de edad para conseguir alcohol. En este caso, los repartidores deberán verificar que el cliente sea mayor de 18 y que la persona que recibe el pedido sea la misma que la ordenó.

Los locales que no cumplan con la normativa arriesgarán una multa que puede ir de entre 2 a 5 UTM cada vez que no pidan carné a los clientes, y de 5 UTM si llegan a vender alcohol a un menor de edad.

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