El Gobierno ha insistido en que no han tenido acuerdos con la oposición para consensuar los nombramientos del Poder Judicial.
El periodista de Radio Bío-Bío Nibaldo Mosciatti, explicó que el procedimiento del nombramiento de los jueces de la Corte Suprema consiste en que la entidad elabora una quina con aquellos magistrados mejor evaluados. Luego, el Presidente escoge a uno y lo somete a votación del Senado que por dos tercios de los votos, es decir 25, tiene que aprobarlo.
El procedimiento, para Mosciatti, no es malo ya que remite a un consenso de las distintas fuerzas políticas. Pero el problema es que la lógica del sistema binominal se ha incorporado a estas designaciones. “Lo que tenemos es que los jueces aparecen respaldados por los partidos políticos”, señaló el periodista. Además, explicó: “Yo creo que con estos tironeos el procedimiento de asignación de los jueces de la Corte Suprema se está maleando porque los políticos creen tener la decisión sobre demasiadas cosas”.
El Poder Ejecutivo está plateando el nombre de Carlos Aránguiz, lo que produce, en apariencia, cierta resistencia en el bloque de la Nueva Mayoría, pues en 2002 llevó adelante el caso Coimas. En este procedimiento fueron desaforados 5 diputados de la Concertación, explicó Mosciatti.
Otro de los postulantes es el magistrado Carlos Cerda, quien ha sido votado en contra desde la Alianza, según el periodista de Bío Bío, debido a su vínculos con casos como el de los Pinocheques o el caso Riggs.
“El problema no es ni de Chevesich, ni de Aránguiz, ni de Cerda, que terminan siendo manoseados por el mundo político, tironeados por uno u otro y encuadrado a una posición política que no necesariamente les corresponde”, dijo Nibaldo Mosciatti.
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