La mayoría de los aspirantes a La Moneda no creen que la solución sea aumentar su seguridad
La última semana de campaña de los candidatos presidenciales, fue marcada por las agresiones que sufrieron la ex presidenta Michelle Bachelet y el candidato de la UDI, Pablo Longueira. Huevos y escupitajos que instalar la interrogante en torno a si existe o no la necesidad de reforzar su seguridad.
Sin embargo, la mayoría de los presidenciables concuerdan en que aumentar las escotas no son la solución para enfrentar el problema. “No creo que corresponda tomar resguardos especiales ni cosa que se le parezca, por que al final eso opera al revés, incentiva a grupos minoritarios o a sujetos individuales a realizar estos actos”, afirmó por ejemplo Andrés Allamand (RN).
“No me han ofrecido seguridad, no la he pedido y no creo necesitarla. Cuando las autoridades no están a la altura del respeto que se merecen los chilenos, que le vamos a pedir a un estudiante universitario o a un dirigente social”, agregó Claudio Orrego (DC).
Es el Departamento de Protección de Personas Importantes de Carabineros la división que analiza el perfil de riesgo de cada candidato y propone una escolta. Desde el Gobierno, aseguran que el contigente policial ya existe en casos como Bachelet y “en el otro tipo de situaciones es Carabineros quien está analizando la situación de cada uno de ellos”.
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