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Polémica generó la ausencia de autoridades de gobierno en la cuenta anual del Instituto Nacional de Derechos Humanos. La presidenta del organismo, Lorena Fríes, directora del organismo, hizo públicos sus reparos, lo que generó la inmediata reacción de La Moneda.
"La verdad es que echamos de menos al gobierno. Este es un acto solemne, formal, por el cual el Instituto que es un organo del Estado autónomo, le habla a las autoridades quienes son las que deben garantizar y respetar los Derechos Humanos en Chile. El que no estén, yo lo dije, lo lamentamos porque eso hubiera sido lo correcto", explicó.
Sin embargo, el vocero de Gobierno, que durante el día le pidió "no comportarse" como dirigente de una ONG, afirmó que el Presidente en persona recibiría el informe en La Moneda. "En señal de su respeto e interés por el tema de los Derechos Humanos y por el Instituto de Derechos Humanos y ello fue aceptado de muy buena forma por la presidenta del Instituto de Derechos Humanos y entonces cómo ella va después y se queja públicamente", agregó.
Pero dentro de algunos sectores de la Concetación, la cercanía de Lorena Fríes con el partido socialista habría gatillado, según ellos, este desencuentro en el acto del Instituto que dirige y el gobierno.
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