Un joven exjugador de rugby de la Universidad Católica denunció que fue víctima de un violento “rito de iniciación” en 2016 durante una gira con el equipo en Francia.
El jugador aseguró que fue agredido por más de 10 compañeros, quienes le causaron varias heridas en el rostro y cuero cabelludo, además de dejarlo inconsciente.
La familia decidió presentar una demanda contra la institución, alegando que hubo una negligencia por parte de los responsables de acompañar a los jugadores, quienes no intervinieron durante el incidente violento y tampoco brindaron apoyo posteriormente.
Tras un fallo de primera instancia favorable, en el que se determinó que existió negligencia por parte del club, Universidad Católica fue condenada a pagar 15 millones de pesos. Sin embargo, el club decidió apelar esta decisión, por lo que el litigio se mantiene en curso y aún no ha sido resuelto definitivamente.
El “bautizo”
El joven relató a Meganoticias que ese día, alrededor de las 6 de la tarde, tuvieron una breve conversación grupal antes de dirigirse al vestuario. Señala que durante las giras era común escuchar charlas de los entrenadores.
Fue en ese momento cuando iniciaron un “ritual de iniciación” en el que pretendían cortarle el cabello. Ante su negativa, dice haber sido levantado violentamente de la silla, sostenido en el aire y golpeado mientras le cortaban el pelo en movimiento.
Debido a su resistencia, recibió codazos en las costillas y en la cara, especialmente en el pómulo, dejándolo con múltiples contusiones.
¿Qué dijeron los padres?
Después de enterarse de la agresión, los padres del joven jugador de rugby se comunicaron de inmediato con el encargado que los acompañaba, expresando su descontento por la falta de ayuda brindada.
Según el padre, tras su insistencia, finalmente decidieron llevarlo a la clínica.
El joven víctima de la agresión afirmó que hasta el momento no ha habido consecuencias para aquellos que participaron en el ritual de iniciación. Además, mencionó que nadie fue sancionado a pesar de que inicialmente se les aseguró que habría castigos.
La denuncia
La familia de Manuel interpuso una demanda contra la Universidad Católica luego del incidente. El pasado 8 de agosto, el 29° Juzgado Civil de Santiago emitió un fallo a favor de la familia, condenando al club a pagar una indemnización de 15 millones de pesos. Ante esta decisión, el club decidió apelar el fallo y presentó su defensa ante la Corte de Apelaciones.
La abogada del club declaró que actualmente se encuentran en proceso de revisión de la situación en los tribunales de justicia y que acatarán la sentencia definitiva una vez que sea emitida por la corte.
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