La mujer, que tenía la custodia legal del menor, fue detenida y formalizada por homicidio frustrado y maltrato reiterado. El caso, calificado por la Fiscalía Regional como uno de los más atroces registrados en la zona, salió a la luz gracias a la denuncia de vecinos y la intervención de una mujer ajena a la familia que ayudó al menor.
Este domingo se dio a conocer un brutal caso de maltrato infantil en Iquique, Región de Tarapacá.
Se trata de un niño de 13 años que era golpeado por su madrastra, quien también lo maltrataba psicológicamente, lo dejaba durmiendo en el patio de la casa y no le daba de comer.
La situación fue conocida luego de una denuncia realizada por vecinos a Carabineros.
En ese contexto, la mujer fue detenida y formalizada por uno de los casos que la Fiscalía Regional de Tarapacá ha calificado como “de los actos más deleznables” que ha investigado en la zona.
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“Es un hecho cruel, extremadamente violento”
La fiscal regional, Trinidad Steinert, entregó detalles sobre la impactante investigación, destacando la extrema violencia del caso.
“Es un hecho cruel, extremadamente violento. Afortunadamente, el niño hoy está bajo protección”, sostuvo la persecutora en conversación con Meganoticias.
De acuerdo con la autoridad, el menor fue rescatado gracias a una denuncia realizada por una mujer que, sin formar parte de su núcleo familiar, colaboró directamente con la víctima y fue clave para la apertura del caso. Actualmente, la víctima se encuentra bajo el resguardo de esta persona.
Tras una investigación conjunta con el OS-9 de Carabineros y luego de una ampliación del plazo de detención, el Ministerio Público formalizó cargos contra la imputada por homicidio frustrado y maltrato reiterado.
La mujer se encuentra bajo prisión preventiva.
Los detalles de la custodia: “Ella tenía el deber de protegerlo”
La Fiscalía detalló que la mujer había obtenido la custodia del menor por resolución de un tribunal, luego de que el padre del niño se trasladara al sur del país.
“Ella tenía el deber de protegerlo. Sin embargo, lo que vemos es una intención clara de causar daño e incluso dar muerte”, declaró la persecutora.
Según el Ministerio Público, los abusos comenzaron en 2023, tras la separación entre la mujer y el padre del niño, quien —según la fiscal— ya no mantenía vínculo alguno con su hijo.
El maltrato
El testimonio del niño revela condiciones de vida inhumanas: dormía en el patio, solo podía ingresar a la vivienda para limpiar, hacía sus necesidades en bolsas, era golpeado y constantemente humillado.
Además, se le habría negado alimento de manera sistemática.
La fiscal explicó que la imputada pertenece a un grupo religioso evangélico extremo, aunque subrayó que, por el momento, no se ha determinado una motivación concreta más allá de “una maldad sin justificación”.
“Es la primera vez que enfrentamos un caso con este nivel de maldad contra un menor en la región. Estamos conmovidos”, puntualizó la fiscal.