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Este miércoles se informó el fallecimiento del ex fiscal militar Fernando Torres Silva, quien cumplía una condena de 10 diez años de cárcel por el delito de asociación ilícita en el caso de secuestro y homicidio del ex químico de la DINA Eugenio Berríos. 

El viernes pasado, su condena se había convertido en reclusión domiciliaria bajo el resguardo de Gendarmería, de acuerdo a lo resuelto por el ministro Alejandro Madrid, por razones humanitarias. Permanecía recluido en Punta Peuco desde 2015.

Tras esto, el Gobierno le otorgó un indulto por razones humanitarias, atendiendo a su estado de salud.

Torres fue diagnosticado con cáncer a la próstata con metástasis a los huesos y padecía hipertensión arterial y síndrome anémico.

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Hace una semana había sido derivado al Hospital Militar en condición de gravedad.

El fallo al que accedió CNN Chile el viernes pasado decía que “el condenado padece un cáncer prostático con múltiples consideraciones”.

Fernando Torres Silva se desempeñó como fiscal militar y fue acusado de encubrir torturas por parte de agentes de la CNI. Además, fue procesado en el año 2000 como cómplice del homicidio del sindicalista Tucapel Jiménez.

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