Foto: Agencia UNO

Eugenio de la Fuente Lora se convirtió en uno de los religiosos más rebeldes en la Iglesia Católica durante los últimos años. Y esa rebeldía llegó a su punto de ebullición el 18 de enero de 2021, cuando se hizo efectiva su renuncia al sacerdocio.

El ex sacristán de El Bosque y víctima de abuso de conciencia por parte de Fernando Karadima, comunicó la decisión en una carta dirigida a la comunidad de la Parroquia El Salvador, donde ejercía como párroco.

“He llegado a un punto en el que ya no puedo, en conciencia, mantener mi promesa sacerdotal de respeto y obediencia a la institucionalidad jerárquica de la Iglesia”, escribió en la misiva.

Lucha contra el abuso de conciencia

Su dimisión sacerdotal comenzó a gestarse, sin saberlo, en 2010, cuando junto al resto de Chile escuchó el testimonio de James Hamilton en el programa Informe Especial de TVN. Ese mismo año, el ex religioso firmó junto a otros nueve sacerdotes una carta en la que calificaban de “verosímiles” las denuncias de abuso sexual dirigidas contra quien era su párroco.

Karadima también forma parte de la historia del ex sacerdote: fue su director espiritual y ejerció abuso de conciencia y de poder en su contra.

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De la Fuente se unió al círculo de El Bosque en los ’90, cuando estudiaba Ingeniería Comercial. Lo hizo gracias a quien entonces era su polola, con quien terminó la relación cuando sintió el llamado de consagrar su vida a Dios.

“Llegué a El Bosque y me fasciné. Había mucha juventud, todos apasionados por Cristo. Pero paralelamente, pasa todo a través de la cultura que ha provocado ‘el abusador’. El grupo de jóvenes te va conduciendo a fanatizarte con el fundador. Y él te humilla, te hiere en tu autoestima“, explicó en una entrevista con revista Sábado en 2019.

En esa misma ocasión, detalló algunas de las manipulaciones que ejercía Karadima: “él decidía si te cortabas el pelo, si te comprabas zapatos, a dónde y por cuánto tiempo ir de vacaciones. En mi día libre debía preguntarle si podía o no ir a comer con mi familia. De verdad eres un esclavo. El mayor problema es que como esto no está bien definido, da para todo, y sigue pasando”.

Declaración ante la nunciatura y cita con el Papa

De la Fuente testificó contra el ex párroco de El Bosque frente a la nunciatura apostólica en febrero de 2018, consagrándose como una de las principales voces que se alzaron contra la ola de abusos desde dentro de la iglesia.

“He tratado de hablar en todas partes una vez que me di cuenta de las brutalidades que ahí pasaron”, dijo en su llegada a la nunciatura. En esa instancia, testificó para aportar “elementos de contexto que pueden ser importantes para la investigación”.

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En junio de ese mismo año, el ahora ex párroco de El Salvador fue uno de los sacerdotes invitados por el Papa Francisco a hablar sobre los abusos cometidos en la iglesia chilena. En ese entonces, contó a CNN Chile que la reunión tuvo una duración de 40 minutos y en ella pudieron hablar “100% claro” con el Sumo Pontífice.

“Es una persona con quien te sientas y no existe ese respeto humano mal entendido (…) Sientes que puedes decirle absolutamente todo y con franqueza absoluta“, manifestó.

Críticas a la Iglesia

En su carta de despedida, De la Fuente contó que “durante los últimos 10 años, en los que he podido adentrarme profundamente en el duro mundo de las víctimas de abusos de conciencia y sexual, y en el real ejercicio de la prevención, justicia y reparación por parte de la institución eclesiástica, he sido testigo de múltiples y reiteradas experiencias que me han llevado a esta decisión”.

En una declaración anterior, publicada en 2019, acusaba que “el número y la extensión de los abusos de conciencia y poder en contextos eclesiales es desconocido, pero enorme”. Alegó también que no se ha iniciado una reflexión seria y profunda sobre el ejercicio de la autoridad en la Iglesia”.

Ya en ese entonces advertía sobre algo que acabaría por tocarlo a él mismo: “es un hecho que nuestras iglesias se están vaciando”.

“Perdimos un sacerdote, pero ganamos un amigo”

De la Fuente dirigió su última misa el 17 de enero pasado en la Parroquia El Salvador, donde se mantuvo durante los últimos dos años.

Al final de la ceremonia, después de la oración final, el ex párroco agradeció a la comunidad de Pudahuel por la acogida y los llamó a seguir “el corazón de Cristo”, pero también a buscar verdad, paz y justicia.

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“Que el Señor los mantenga fuertes en la fe, fuertes en la esperanza y sigamos por ese camino precioso que Cristo nos invita a construir desde su corazón, en la verdad del Evangelio y en la búsqueda de la verdad, de la paz y de la justicia”, proclamó.

En una despedida más personal grabada por el ex sacerdote para quienes participan en la Parroquia El Salvador, resaltó que “el centro de la vida, de la iglesia y de la comunidad es la persona Jesucristo, y hay que tener los ojos fijos en él, en su Evangelio, donde están todos los criterios esenciales de lo que debe ser una persona humana plena, integral, donde se encuentra el camino a la auténtica felicidad”.

La comunidad, que durante la pandemia ha tenido que seguir las misas de manera online, le devolvió el saludo también de manera remota. Una recopilación de estos videos contiene la sentida despedida que le dedicó una fiel: “es una alegría que usted sea tan valiente de haber tomado esa decisión y yo sé que usted va a seguir luchando”.

“Perdimos un sacerdote, pero ganamos un amigo”.

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