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Mucha gente “se cuida” durante la semana y “se sale” de la dieta durante los fines de semana pensando en que eso “no le hace mal a nadie”, algo completamente equivocado según un reciente estudio.

La indagación reveló que consumir cantidades excesivas de energía como grasa en la dieta durante varios días o semanas puede perjudicar el control glucémico y reducir la sensibilidad a la insulina en adultos sanos. Sin embargo, las personas que demuestran que el consumo excesivo de alcohol se sobreconsume por períodos mucho más cortos de tiempo; las consecuencias metabólicas de tal comportamiento permanecen desconocidas.

El objetivo de este estudio fue determinar el efecto de un solo día de sobrealimentación con alto contenido de grasa en la sensibilidad a la insulina en todo el cuerpo.

Para lo anterior 15 adultos jóvenes y sanos se sometieron a una prueba oral de tolerancia a la glucosa antes y después de consumir una dieta con alto contenido de grasa (68% de la energía total) y alta energía (78% más que los requerimientos diarios) durante un día.

Se midieron las concentraciones plasmáticas en ayunas y postprandial de glucosa, insulina, ácidos grasos no esterificados y triglicéridos y se calculó el índice de sensibilidad a la insulina de Matsuda.

Los resultados arrojaron que un día de superalimentación con alto contenido de grasa aumentó el área de glucosa postprandial bajo la curva (AUC) en un 17,1% (p <0,0001) y un AUC de insulina en un 16,4% (p = 0,007). La sensibilidad a la insulina del cuerpo entero disminuyó en un 28% (p = 0,001).

En conclusión, un solo día de alto contenido de grasa, sobrealimentación alteró la sensibilidad a la insulina de cuerpo entero en adultos jóvenes y sanos. Esto pone de relieve la rapidez con la que el consumo excesivo de calorías a través de alimentos ricos en grasa puede afectar el metabolismo de la glucosa, y sugiere que la alimentación compulsiva aguda puede tener consecuencias metabólicas inmediatas para la salud del individuo.

Si bien un sólo día en tu vida en que comas mucha pizza y papas fritas no va a provocarte diabetes, a largo plazo podrías estar afectando gravemente tu salud.

Otro problema de la ingesta regular de comida con mucha grasa y calorías es que suele ser adictiva. Así lo dejó al descubierto hace unos años el periodista de The New York Times, Michael Moss, quien en 2013 lanzó el libro Salt Sugar Fat: How the Food Giants Hooked Us donde revela las artimañas utilizadas por los gigantes de la industria de los alimentos para hacer más adictiva la comida chatarra.

Tras varias indagaciones Moss mostró cómo las empresas están conscientes de que una determinada cantidad de azúcar, grasas y sal, causa casi tanta dependencia como la cocaína y en lugar de calmar el apetito, nos hace querer más. Es lo que él llama el “punto de la felicidad”, es decir, la proporción ideal de cada ingrediente para “enganchar” a los consumidores.

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