El sacerdote marista acusado de abusos sexuales, Abel Pérez, fue expulsado de la congregación por un decreto del Vaticano.
Esto luego de la solicitud realizada por el sacerdote, Ernesto Sánchez, y tras la reunión de las principales autoridades de la agrupación eclesiástica con las víctimas de abusos en Santiago.
El vicario general de los Hermanos Maristas, Luis Gutiérrez, sostuvo que “nuestra mejor intención y deseo ha sido mostrarle a las víctimas que, como institución, vamos a estar a su lado y trataremos de estar a su lado”.
En esa línea, ofreció colaboración con la justicia para esclarecer los ilícitos al interior de la congregación.
Por su parte, el denunciante del caso, Gonzalo Dezerega, dijo que “pedimos la expulsión, que se está tramitando, de algunos de los pedófilos”, y destacó que Pérez deberá enfrentar los procesos como civil.
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