El 10 de febrero de 2007 se dio inicio a la promesa de un sistema de transporte público de alto nivel para la capital de la Región Metropolitana, pero lo que recibieron los ciudadanos fue Transantiago, el que a todas luces, no cumplió con las expectativas, y peor aún, sigue sumando críticas.
El aniversario de los cinco años del Transantiago fue celebrado con una marcha en el Paseo Ahumada, realizada por usuarios cansados de las continuas alzas del pasaje y de las mínimas mejoras del sistema.
Incluso, el programa de transportes capitalino ideado en el periodo de Rocardo Lagos, e implementado en el mandato de Michelle Bachelet, fue calificado por el actual Gobierno como "la peor política pública", en palabras del ministro Secretario General de Gobierno, Andrés Chadwick.
Los cambios más significativos que ha sufrido Transantiago desde su implementación, son el aumento de recorridos en casi un 70 por ciento; los paraderos se han triplicado a la fecha, llegando a los 9.373; y la cantidad de buses pasó de 4.500 a 6.129 unidades, junto con la creación de las Zonas Pagas.
Además, los cinco años de vida del criticado programa de transportes, trajo consigo el déficit del sistema, que se calcula en 3.300 millones de dólares hasta la fecha, los que no descartan una próxima alza para los meses siguientes.
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