La medida, que ha generado debate por su impacto en la privacidad de las personas, busca detectar posibles amenazas a la seguridad nacional del país norteamericano.
La Embajada de Estados Unidos en Chile confirmó esta semana nuevas condiciones para los extranjeros que deseen ingresar al país con visas de estudiante o visitante académico.
Desde el pasado 18 de junio, los solicitantes de visas F, M y J deberán tener sus redes sociales públicas para ser considerados en el proceso de evaluación consular.
Las visas F, M y J son ampliamente utilizadas por estudiantes internacionales, investigadores y académicos que participan en programas de intercambio educativo y científico con universidades e instituciones estadounidenses.
La normativa, que reactiva la tramitación de este tipo de visas tras una suspensión temporal iniciada el 7 de junio, forma parte de una revisión de seguridad reforzada que busca, entre otras cosas, detectar posibles amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos.
“El visado es un privilegio, no un derecho”, recordó la embajada en un comunicado oficial, donde se detalla que se realizará un examen minucioso de la actividad digital de cada solicitante, incluyendo publicaciones, imágenes, comentarios y otras formas de interacción en línea.
De acuerdo con las nuevas directrices, los funcionarios consulares deben buscar señales de hostilidad hacia Estados Unidos, su cultura, gobierno, instituciones o principios democráticos.
Según consignó La Tercera, la normativa “no tienen relación con la libertad de expresión, sino con normas migratorias y con conductas consideradas perjudiciales para los intereses de Estados Unidos. Como lo ha señalado el secretario de Estado, Marco Rubio”.
En caso de no poder revisar la información porque el usuario mantiene sus redes en modo privado, la solicitud no podrá ser aprobada.
“Solicitar una visa es una elección personal. Pero quienes lo hagan deben cumplir con los requisitos legales. No es posible emitir una visa hasta que se verifique que el postulante es admisible”, puntualizó la representación diplomática.
Aunque no es una política nueva —su origen se remonta a las reformas migratorias del expresidente Donald Trump—, la disposición sigue vigente bajo la actual administración como parte de los esfuerzos para fortalecer los filtros migratorios en todo el sistema de visados.