El Servicio sismológico desembolsa cada mes 22 millones de pesos para seguir funcionando.
El fuerte movimiento telúrico ocurrido este miércoles coincidió con la disputa sobre los recursos para el Servicio Sismológico de la Universidad de Chile. El jueves pasado, sus responsables explicaron mediante un comunicado que no podrán operar si no reciben los fondos necesarios, el mismo día en que la Onemi dijo que no había de qué preocuparse.
En tanto, en la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior Onemi (Onemi) dicen que entregaron los documentos pertinentes hace semanas a la Contraloría, pero a ese organismo llegó recién el 25 de enero durante la mañana, un día después de que los sismólogos hicieran su denuncia. Un retraso administrativo inexplicable que según los expertos refleja un problema más general.
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