Bastián Bustos lleva casi tres meses varado en Cartagena de Indias, Colombia. El plan inicial era vacacionar por una semana y media, pero eso cambió por la crisis sanitaria mundial.
Diariamente, él debe tomar un medicamento, sin embargo, ya lleva meses sin el tratamiento. “Eso es lo que me tiene más preocupado, porque padezco una enfermedad super complicada y no es nada de fácil”, relata.
Dice que ha pasado momentos difíciles sin comida y sin un techo. Los ahorros ya se le acabaron, por lo que su mamá le ha estado enviando dinero semanalmente. Sin embargo, cuando la pandemia golpeó a Chile, ella se quedó sin trabajo y esta semana no tiene recursos para seguir ayudando a su hijo.
Una situación igual de compleja está pasando un grupo de jóvenes varados en Dinamarca y otros países europeos.
El pasaje de retorno de Diego Astur fue cancelado. “Estoy aquí con una visa Working Holiday. A finales de febrero sufrí un accidente, por lo cual no puedo caminar más de media hora, solamente puedo hacer reposo. Debido a esto, compré un pasaje de vuelta a Chile para el 1 de mayo por la aerolínea British Airways, el cual fue cancelado”, comenta.
Dice que el costo de vida es alto, que no están generando ingresos y los vuelos comerciales pagaron, han sido cancelados una y otra vez. Además, señala que tampoco han recibido apoyo de los consulados.
Valeria Ponce explica que “somos conscientes de que muchas personas en nuestro país están pasando por un mal momento y por lo tanto no se pueden destinar recursos para que nosotros podamos volver. Por lo tanto, no estamos pidiendo vuelos gratis; estamos pidiendo que se nos confirmen los vuelos comerciales que ya existen”.
Asustados, sin dinero ni soluciones próximas, estos jóvenes compatriotas varados en Latinoamérica y Europa ruegan apoyo de las autoridades para regresar a sus hogares lo antes posible. Aseguran que están a la suerte, sin saber hasta cuándo podrán aguantar.
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