Aseguró que un magistrado no solo debe dictar una resolución, sino una “con muchos otros atributos, entre otros que sea acogida por la sociedad, entendida y que no divida”.
El juez Carlos Cerda juró esta tarde como el nuevo miembro de la Corte Suprema. En la ceremonia estuvieron presente decenas de funcionarios del Poder Judicial y familiares de víctimas de violaciones a los Derechos Humanos.
Una asistencia que reconoció la labor del magistrado, ya que procesó a más de 40 personas vinculadas a la desaparición de militantes socialistas durante la dictadura militar. En ese sentido, el nuevo magistrado del máximo tribunal afirmó que durante años el sistema lo castigó para llegar a la Corte Suprema, “porque entendía que no estaba yo al nivel de lo que correspondía en el entendimiento que los jueces superiores en esa época tenían del derecho y de la jurisdicción”.
“No me he sentido postergado, lo que no quiera decir que no entienda que en una época, en que la ciudadanía juzgó que el Poder Judicial no defendía real y eficazmente los derechos esenciales de las personas, no correspondía calificar por esa razón a uno de sus jueces”, expresó.
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