Foto: Agencia UNO

La justicia de Estados Unidos pidió a Chile la detención de Carlos Cardoen, la que tiene como fin su eventual extradición. El empresario es investigado por venta ilegal de circonio, un mineral utilizado para hacer bombas de racimo que fueron vendidas a Irak.

Tras la noticia, Cardoen comunicó que recibió “con tranquilidad esta oportunidad de hacer valer mis derechos y mis defensas en mi país, con plena confianza en nuestras autoridades judiciales”.

El empresario dijo sentirse sorprendido por la decisión de las autoridades estadounidenses de solicitar “aquello que debieron haber hecho en 1994”, cuando fue formulada la acusación en su contra.

La Interpol mantiene alerta roja contra el empresario desde el año 1993.

En su declaración afirmó que es inocente y que los cargos “tenían un origen más bien político que legal”.

“Espero que se cierre este largo proceso kafkiano del cual he sido objeto para poder dejar atrás esta amarga experiencia judicial”, finalizó. 

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