Por Camila Flores
FRANCISCO FLORES SEGUEL/AGENCIAUNO

Nuestro país avanza hacia un desarrollo sostenible, con políticas públicas que buscan respetar el medio ambiente y preservar sus recursos naturales, siguiendo los estándares de acuerdos internacionales. Sin embargo, nos queda mucho por hacer, sobre todo, en materia de reciclaje, donde las bajas tasas de recuperación de desechos rodean el 10%, mientras al año generamos al menos unos 20 millones de toneladas de residuos sólidos, por eso, es fundamental facilitar el acceso a puntos limpios o verdes, los cuales no son suficientes y se encuentran en lugares alejados.

Esta disposición constituye un impedimento y, a la vez, un desincentivo para la comunidad a la hora de reforzar una cultura del reciclaje. Más aún cuando la escasez de puntos de reciclaje es un aspecto que hace más complejo el concretar la política medioambiental de cuidado y correcta separación de desechos.

De hecho, el 45% de los municipios de Chile no tiene un servicio de reciclaje municipal y los que declaran tenerlo varían desde los que sólo disponen de un par de contenedores, hasta aquellos que han incorporado servicios para recolección domiciliaria, según información de Ciper Chile. Por eso, medidas que cambien este panorama son oportunas y necesarias.

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La obligatoriedad de puntos limpios o verdes en supermercados o hipermercados del país es una iniciativa que va en la línea correcta, porque como principales proveedores de material que podría ser reutilizado o reciclado deben contar en sus dependencias con este tipo de infraestructura, permitiendo en la práctica que todo el que realice la adquisición de nuevos bienes pueda dejar sus desechos en el mismo lugar donde los vuelve a adquirir.

Asimismo, aumentar los puntos de reciclaje y ubicarlos en lugares céntricos de fácil acceso para todos permite un mayor compromiso de las personas con el cuidado del medio ambiente y, con ello, se crea un círculo virtuoso en torno a esta práctica de consciencia social.

Esta obligatoriedad, además, podría complementarse con las disposiciones de la ley REP (Responsabilidad Extendida del Productor) que establece obligaciones de infraestructura según la cantidad de población para los grandes sistemas de gestión colectiva y a su vez hacer sinergia con las iniciativas privadas al respecto.

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Es necesario que avancemos hacia la gestión integral de residuos, impactando positivamente en los vecinos y haciéndonos cargo de la gran cantidad de desechos que hoy termina en un relleno sanitario, siendo que se trata de materiales que en su gran mayoría cuentan con grandes posibilidades de ser reciclados.

Siempre será un momento clave para cuidar nuestro entorno porque se trata de país que a futuro les dejaremos a las generaciones que están por venir y que tendrán que mantener estas políticas y hallar nuevas formas de vivir como una sociedad sustentable. Espero que este proyecto cuente con todo el apoyo del Parlamento y así pongamos en práctica soluciones concretas al gran problema de la basura en nuestro país.

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