Luego que el lunes el presidente de Perú, Martín Vizcarra, anunciara la disolución del Congreso, los parlamentarios respondieron declarando la suspensión de su mandato presidencial. Según el pronunciamiento del Parlamento, la incapacidad temporal responde a que el mandatario habría roto el orden constitucional.
Acto seguido, el pleno del Congreso eligió a Mercedes Aráoz -vicepresidenta de la gestión de Vizcarra y segunda vicepresidenta de la gestión de Pedro Pablo Kuczynski- como presidenta en funciones.
¿Por qué Vizcarra disolvió el Congreso? ¿Por qué ahora Perú tiene dos presidentes? Son las interrogantes que respondemos a continuación.
¿Por qué Martín Vizcarra disolvió el Congreso?
Una creciente crisis política tiene enfrentados al Poder Legislativo con el Poder Ejecutivo. Vizcarra y el Congreso llevan varios meses de tensión, luego que el presidente acrecentera sus reformas contra la corrupción en distintos órganos del Estado y pidiera adelantar las elecciones de 2021 para 2020.
La convulsión se elevó la noche de este lunes cuando Vizcarra decidió disolver el Congreso, debido a que los parlamentarios no votaron la cuestión de confianza en el tiempo solicitado.
¿Qué es una cuestión de confianza? Una cuestión de confianza es un instrumento del presidente para afrontar una situación de debilidad del Poder Ejecutivo frente al Parlamento. Con esta el Gobierno pide el expreso respaldo a una política. La Constitución peruana señala que el presidente de la República tiene la facultad de disolver el Congreso si este ha censurado o negado su confianza a dos Consejos de Ministros.
¿Qué pasó? El 28 de julio de 2019 Vizcarra planteó una reforma constitucional para adelantar un año las elecciones generales en Perú, es decir, para que tanto el cargo de presidente como el de los congresistas fueran renovados en el 2020, y no en el 2021, como está previsto en el cronograma electoral del país.
El Parlamento archivó el proyecto de adelanto de elecciones del Ejecutivo. En respuesta, el gobierno de Vizcarra planteó una cuestión de confianza para modificar el proceso de elección de los miembros del Tribunal Constitucional, con el argumento de que el proceso de selección no es transparente y no garantiza la división de los poderes.
Vizcarra había dicho este domingo que en caso de que el Congreso no debatiera la cuestión de confianza que ha sido anunciada por su gobierno, tomarían la misma como negada. En el programa Cuarto Poder de América TV, el mandatario precisó que si el Parlamento no debatía la cuestión de confianza antes de elegir a los magistrados del Tribunal Constitucional, lo tomaría como una negación de la misma.
Este lunes, el Congreso decidió continuar con la agenda preestablecida de la sesión, eligiendo primero a los miembros del TC y analizando después la cuestión de confianza, lo que fue considerado por el mandatario como una negación de confianza.
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La primera moción de confianza le fue negada al gabinete encabezado por Fernando Zavala cuando Pedro Pablo Kuczynski era presidente.
“En respeto irrestricto de la Constitución Política de Perú, he decidido disolver constitucionalmente el Congreso y llamar a elecciones de congresistas de la República. Este es un acto constitucional”, dijo Vizcarra el lunes, disolviendo así el Congreso.
¿Por qué hay dos presidentes en Perú?
“La solución para una crisis como esta no son las ofertas irresponsables o populistas de pretender que todo se arreglará con la disolución forzada del Congreso”, dijo Aráoz al ser juramentada.
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El primer acto de Aráoz luego de su juramentación ante el Congreso fue llamar a la OEA a generar un espacio de diálogo entre todos los peruanos para salir de la crisis constitucional y política.
Martín Vizcarra, en tanto, llevó a cabo la juramentación de su ex ministro de Justicia, Vicente Zeballos, como nuevo presidente del Consejo de Ministros, y por la noche se conoció un pronunciamiento de los comandantes generales de las Fuerzas Armadas y del presidente del comando conjunto de las mismas, así como del comandante general de la Policía Nacional, respaldado el mandato constitucional de Vizcarra y reconociéndolo como jefe.
Ahora se espera saber de qué manera se legitimarán ambos poderes.
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