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Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.
Este jueves el mandatario ruso dio un discurso a la nación respecto del estado del conflicto armado que sucede hace más de tres semanas en Ucrania. En una alocución especialmente dura y directa, Putin llegó incluso a burlarse de sus compatriotas contrarios a la guerra. Esto, en medio de informaciones de la inteligencia británica que hablan de la "paralización" de los frentes rusos.
(CNN) – Líderes occidentales y agencias de seguridad están gastando grandes cantidades de recursos para meterse en la cabeza del presidente ruso, Vladimir Putin, no obstante, es un ejercicio inútil: En momentos en que Occidente pensó que la guerra de Rusia en Ucrania podría estar perdiendo fuerza, Putin ha doblado su apuesta enviando a sus fuerzas a bombardear hospitales de maternidad y refugios para niños.
Ahora, una aparente pausa en el avance de las tropas rusas hace que Occidente se pregunte: ¿Se ha estancado el esfuerzo bélico de Rusia o es un reagrupamiento táctico? De cualquier manera, un incendiario discurso el pasado miércoles mostró a Putin llamando “traidores” a los rusos que se oponen a la guerra, marcando un cambio de tono y transparentando una señal de que no todo iría según lo planeado, según dijeron los expertos. Quizás lo más preocupante fue que muchos observadores lo vieron como una señal de que el jefe del Estado ruso, que enfrenta un revés en Ucrania, tomaría un giro vengativo en casa y podría reprimir con más fuerza que nunca cualquier señal de disidencia.
Mientras que algunos rusos apoyan la guerra, muchos otros protestan contra ella en las calles, plenamente conscientes de que serán detenidos por policías fuertemente armados incluso en las manifestaciones más pacíficas. El Estado ruso ha declarado ilegales las protestas masivas, y ahora, insultar a los militares es ilegal. Aún así, las personas se presentan en grupos, mientras que otras se manifiestan completamente solas.
Una periodista que saltó a la cámara en un programa de noticias controlado por el Estado, con un cartel contra la guerra, se ha convertido en un episodio célebre de la libertad de expresión en Rusia. En tanto, una bailarina de renombre ha dejado el Bolshoi.
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Los expertos han dicho que Putin, que ha disfrutado de altos índices de audiencia en Rusia, ahora está recurriendo a una estrategia de intimidación para mantener a los rusos del lado. De hecho, su discurso del miércoles insinuó que aquellos rusos que no se ponen del lado de él eran, en esencia, traidores.
“Occidente intentará confiar en la llamada quinta columna (simpatizantes del enemigo durante una guerra), en los traidores nacionales, en aquellos que ganan dinero aquí con nosotros pero viven allí“, dijo Putin, agregando que “y me refiero a ‘viven allí’ ni siquiera en el sentido geográfico de la palabra, sino según a sus pensamientos, a su conciencia servil“. Asimismo, se burló de las personas a les que se refirió calificándolas del tipo que “no puede vivir sin ostras y sin libertad de género“.
“Pero cualquier pueblo”, continuó, “y más aún el pueblo ruso, siempre podrá distinguir a los verdaderos patriotas de la escoria y los traidores, y simplemente los escupe como un mosquito que accidentalmente voló a sus bocas, los escupe en el pavimento”, dijo.
Para Tatiana Stanovaya, fundadora de la firma de análisis político R. Politik, el discurso de Putin demostró que el plan del líder se descarriló. “Me parece que todo se empieza a desmoronar con Putin. Este discurso suyo es desesperación, emoción fuerte, impotencia”, escribió en su cuenta oficial de Telegram, agregando también la popularidad del mandatario ruso está entrando en crisis.
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La ominosa advertencia de Putin a los rusos se produjo cuando el Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo que la invasión se había “paralizado en gran medida en todos los frentes“. En detalle, la cartera comunicó este jueves a través de Twitter que “las fuerzas rusas han hecho un progreso mínimo en tierra, mar o aire en los últimos días y continúan sufriendo grandes pérdidas”.
A pesar de que el ejército de Rusia es mucho más poderoso que el de Ucrania en todos los sentidos, la invasión no ha sido fácil para Putin. En 2014, Rusia pudo anexar Crimea en unas tres semanas, la misma cantidad de tiempo que ha durado esta guerra hasta ahora. La resistencia de Ucrania, apoyada por armas enviadas desde Occidente, ha sido mayor de lo que había calculado Putin, según han dicho los expertos.
Eso queda claro por la forma en que las fuerzas rusas están ahora bombardeando objetivos civiles indiscriminadamente. También están mostrando signos de estar al límite. Un informe de evaluación de inteligencia pública publicado el martes por el Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo que Rusia estaba solicitando refuerzos de todo el país. Esto incluye la sección oriental de la Federación Rusa, las tropas de la Flota del Pacífico y Armenia, así como combatientes de “compañías militares privadas, sirios y otros mercenarios“.
Como mínimo, la resistencia de Ucrania ha colocado al país en un mejor lugar para las negociaciones con Putin de lo que habría sido al comienzo de la guerra. Lo que Putin no querrá es perder muchos más soldados.
Este instrumento de control político permite al Congreso supervisar a otras autoridades del Estado, garantizando así la separación y el equilibrio entre los poderes.