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El Gobierno sirio rechazó y calificó de ilegal la decisión de La Liga Árabe de expulsar al país de la entidad, mientras miles de adherentes al régimen se concentraron en las más importantes ciudades del país para entregarle su respaldo.
La expulsión así ya logró resultados, en un escenario en donde el país castigado pidió a la entidad que convoque a una reunión urgente y se mostró dispuesto a que ingresen observadores para comprobar el avance en el proceso de paz que dice estar implementando.
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