El presidente de Francia, Emmanuel Macron, llamó a un diálogo nacional para tratar de encausar la situación en Francia tras las protestas de los chalecos amarillos.
Ya van nueve sábados seguidos de manifestaciones. Pese a que la intensidad bajó durante la época de navidad, el movimiento se ha vuelto a fortalecer, llegando a destruir el 60% de las cámaras de control de carreteras.
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Con este diálogo nacional el mandatario espera debatir temas medioambientales, la situación tributaria, discutir sobre democracia y organización, y el gasto público.
El analista internacional Raúl Sohr señaló en Última Mirada que “él está tomando un riesgo importante, pero lo toma porque la cosa se le está poniendo cada vez más difícil y su baja de popularidad era enorme“.
Con las manifestaciones la mayor beneficiada ha sido la ultraderechista Marine Le Pen, quien ha logrado subir en casi nueve puntos su popularidad. “Lo más importante que está tratando de lograr en este diálogo, es frenar el crecimiento de la derecha“, agregó Sohr.
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Las protestas en Francia continúan pese a que Macron ya concedió un aumento de mil euros para el sueldo mínimo y eliminó el impuesto a los combustibles, que fue lo que gatilló la movilización.
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