La oficina encargada calificó el año pasado al censo de 2010 como el “más exacto de la historia del país”.
El método usado por el gobierno de Obama para contabilizar a sus habitantes es una breve encuesta de 10 preguntas básicas, ésta se envía al hogar y se da un mes de tiempo para enviar la respuesta devuelta.
En el caso de no ser devuelto el formulario, un enviado gubernamental era el encargado de dar con las personas faltantes e ir hasta sus casas para realizar la encuesta en persona.
Pero la formula no funcionó y millones de personas quedaron fuera del registro, entre las razones se encuentra la dificultad de ubicación y el temor a responder preguntas como la raza, el número telefónico o datos de migración.
Los datos son relevantes debido a que de estos resultados depende cuantos escaños toca cada estado en el Congreso, además del dinero que se destina en beneficios de los problemas sociales.
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