Más de 55 mil personas han muerto desde el inicio del conflicto en Gaza, donde la crisis humanitaria se profundiza entre el hambre y la desesperación. Mientras tanto, la atención internacional se desplaza hacia las tensiones entre Israel e Irán, dejando al enclave palestino en el olvido.
(CNN) — La niña está sentada en el suelo polvoriento, apretando contra el pecho el zapato de su padre mientras llora y grita de rabia. Bisan Qwaider está desconsolada. Su padre acaba de ser asesinado mientras intentaba conseguir comida para ella y sus diez hermanos hambrientos.
Khaled Sha’ath, el fotoperiodista que capturó la escena del dolor de Qwaider el domingo, dijo a CNN que el padre de Bisan, Shadi, había abandonado la tienda de campaña de la familia en Mawassi, en el sur de Gaza, unos días antes rumbo a Ma’an, justo al este de Khan Younis.
Shadi sabía que viajar a la zona era peligroso: Ma’an llevaba tiempo bajo una orden de evacuación israelí y había sido bombardeado. Pero, a pesar del riesgo, sus hijos tenían hambre y creía que allí podría conseguirles comida.
Gaza se enfrenta a una crisis de hambre. Un informe respaldado por la ONU, publicado a finales de abril, advirtió que una de cada cinco personas en Gaza se enfrentaba a la inanición y que todo el enclave estaba al borde de la hambruna. La situación no ha hecho más que empeorar desde entonces, según la ONU.
Sha’ath afirmó que Qwaider murió en un ataque aéreo y que su cuerpo fue rescatado de los escombros el domingo. Es una de las cientos de personas que han muerto intentando encontrar comida en Gaza en las últimas semanas, según las autoridades sanitarias de Gaza.
CNN preguntó a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) sobre la situación en Ma’an. Las FDI respondieron enviando a CNN un mapa de Gaza con las “zonas de combate peligrosas” resaltadas en rojo, que incluían Ma’an y más de la mitad del territorio.
A fines de mayo, Israel levantó parcialmente un bloqueo total de 11 semanas sobre Gaza, pero las organizaciones humanitarias dicen que la ayuda que ingresa ahora es solo una pequeña fracción de lo que se necesita.
“Sin un acceso inmediato y ampliado a los medios básicos de supervivencia, corremos el riesgo de caer en la hambruna, en un mayor caos y en la pérdida de más vidas”, dijo la semana pasada el jefe humanitario de la ONU, Tom Fletcher.

La catástrofe humanitaria en Gaza ha provocado indignación en todo el mundo y recientemente ha llevado incluso a algunos de los aliados más cercanos de Israel a alzar la voz.
Francia, el Reino Unido y Canadá emitieron un inusual comunicado el mes pasado criticando a Israel y amenazando con “medidas concretas” si la situación en Gaza no mejora. El Reino Unido suspendió las negociaciones comerciales con Israel y sancionó a los colonos de Cisjordania el mes pasado, y la Unión Europea anunció que revisaría un acuerdo de cooperación clave con Israel.
Pero a medida que las tensiones entre Israel e Irán siguen aumentando, la gente de Gaza ahora está preocupada de que incluso la presión limitada sobre Israel por su sufrimiento se evapore rápidamente.
“La guerra entre Israel e Irán hizo que la gente se olvidara por completo de nosotros. Nadie nos mira, no hay comida ni agua ni nada. Todos los días, la gente intenta conseguir comida y ayuda, y terminan siendo transportados en bolsas para cadáveres”, declaró a CNN el lunes Mohammad, un gazatí que prefirió no revelar su apellido.
Umm Mustafa, otra habitante de Gaza, dijo a CNN que el creciente conflicto entre Irán e Israel significa que su sufrimiento ha desaparecido de la agenda noticiosa internacional.
“Toda la atención se ha centrado en la guerra entre Israel e Irán, aunque la Franja de Gaza haya sido borrada del mapa”, afirmó Mustafa.
Abu Juma’a, que vive en la ciudad de Gaza, dijo a CNN que si bien había “algunas voces que llamaban y se solidarizaban con Gaza y pedían que se permitiera el ingreso de ayuda humanitaria, la guerra entre Israel y Irán significaba que no había nadie que pidiera que se proporcionara comida y agua a Gaza”.
Uno de cada 40 muertos
Más de 55.300 personas han muerto y más de 128.700 han resultado heridas en Gaza desde el 7 de octubre de 2023, según las autoridades sanitarias locales.
Las cifras son asombrosas: el número de muertos representa alrededor del 2,5% de toda la población de Gaza, lo que significa que de cada 40 palestinos que vivían en Gaza antes de la guerra, uno ahora está muerto.
Un estudio revisado por pares, publicado a principios de este año en la revista The Lancet, indicó que el número de personas asesinadas en Gaza es significativamente mayor que la cifra reportada por las autoridades del enclave. CNN no puede verificar de forma independiente estas afirmaciones e Israel ha prohibido a periodistas internacionales viajar a Gaza de forma independiente desde el 7 de octubre.
Y la mortífera crisis de hambre se agrava. El Comité Internacional de la Cruz Roja declaró el lunes que la gente tiene dificultades para acceder a productos básicos debido a las restricciones israelíes sobre lo que se puede introducir en el territorio.
Mientras tanto, una iniciativa de ayuda apoyada por Estados Unidos e Israel, la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización controvertida que se creó en medio de acusaciones israelíes de que Hamás está robando ayuda en Gaza y lucrando con su venta, está luchando por cumplir su tarea.

La organización ha sido criticada por múltiples agencias de ayuda internacional por no ser apta para su propósito.
Según las autoridades sanitarias de Gaza, al menos 300 personas han muerto desde que la GHF abrió sus puntos de distribución a finales de mayo, que están ubicados en áreas rodeadas por zonas de combate activo.
La Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) dijo la semana pasada que las autoridades israelíes han permitido que solo un número selecto de agencias de la ONU y organizaciones no gubernamentales (ONG) internacionales reanuden la entrega de ayuda a Gaza después de levantar parcialmente el bloqueo y que “solo se permiten cantidades muy limitadas de ciertos alimentos, suministros nutricionales, algunos suministros de salud y artículos de purificación de agua”.
Otros suministros de ayuda, como materiales de refugio, productos de higiene y equipos médicos, siguen bloqueados por Israel, según OCHA.
“La gente no encuentra qué comer ni beber. El precio de un saco de harina ahora es entre 300 y 500 veces más caro que antes… parece que el mundo nos ha olvidado”, declaró a CNN otro residente de Gaza, Abu Mohammed.
Para la joven Bisan Qwaider, lo único que pudo conseguir de su padre fue su zapato.
Mientras gritaba por su padre, miró al cielo y gritó un mensaje para quienes creía responsables de su muerte. “Que Dios los haga responsables”, dijo.