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(CNN)- Emmerson Mnangagwa se ha comprometido a ser presidente de todos los zimbabuenses en su ceremonia de inauguración el viernes, durante la cual también rindió homenaje al veterano líder Robert Mugabe como su “padre” y “mentor”.

Mnangagwa fue juramentado como el presidente interino de Zimbabue, luego de la histórica renuncia de Mugabe esta semana, después de casi cuatro décadas de gobierno.

A pesar de admitir que jugó un papel en la desaparición de Mugabe, Mnangagwa utilizó su primer discurso oficial a la nación para mostrar respeto al expresidente, a quien dijo que todavía consideraba personalmente a su líder.

“Nos guió en nuestra lucha por la independencia nacional. Asumió la responsabilidad del liderazgo en un momento formativo y muy desafiante”, dijo Mnangagwa, y agregó que la nación debería “dejar pasar lo pasado”.

El nuevo líder expuso su visión para revitalizar la economía de Zimbabue, incluida la promesa de implementar una serie de reformas para impulsar las exportaciones, atraer inversiones extranjeras y estabilizar el sector financiero.

Zimbabue fue una vez la canasta de pan de África, pero su economía se ha visto perjudicada por la mala gestión industrial, la escasez de alimentos, una moneda colapsada y la corrupción desenfrenada.

Decenas de miles de personas llenaron el cavernoso Estadio Nacional de Deportes en la capital, Harare, vitoreando y bailando, y ondeando banderas nacionales mientras se inauguraba el ex vicepresidente, en escenas que se asemejan a los aficionados en un partido de fútbol.

Mientras hacía su juramento, aseguró “proteger y promover los derechos del pueblo de Zimbabue”, una promesa que fue recibida con un aplauso salvaje por parte de la multitud, muchos de los cuales habían vivido bajo todo el régimen opresivo de Mugabe.

 

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