El descontento social se da contra un proyecto de ley que incrementa los impuestos y sube los precios de combustible y electricidad.
Durante 5 días seguidos, se han registrado masivas manifestaciones en las calles de la capital Amán, y otras ciudades del país, lo que llevó este lunes al Rey Abdullah Segundo a pedir la renuncia de su jefe de gobierno.
La polémica medida es parte de las exigencias del FMI para que Jordania implemente políticas de austeridad, y así superar un escenario económico complejo.
Al descontento en las calles, se suma el rechazo del Parlamento a aprobar el proyecto de ley, el que ahora deberá ser evaluado por el nuevo ejecutivo, que en los próximos días asumirá el poder.
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