Bolivia es el único país que elige sus jueces mediante votación popular, y estas elecciones se celebraron con más del 50 por ciento de los votos nulos.
Esta iniciativa fue promovida por la oposición, para manifestar su rechazo a la decisión del Tribunal Constitucional, que permitió que el Presidente Evo Morales pueda volver a presentarse en las próximas elecciones de 2019.
Éstos acusan un “golpe a la democracia”, ya que no se respetaron los resultados del plesbicito de 2016, donde se rechazó una modificación a la Constitución.
También, la oposición celebró los resultados, mientras que el oficialismo habló de una derrota de la derecha y defendió la legitimidad de las votaciones, las que tuvieron una participación de 78%, de las más bajas en los últimos años.
Por su parte, Evo Morales la catalogó de “derecha anti patria”, asegurando que esta facción quiere que las elecciones fracasen.
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