El noreste de la República Democrática del Congo está pasando por una epidemia de ébola considerada la peor en la historia de ese país y la segunda en todo el mundo luego de la que afectó a África occidental en 2014-2016.
Según consignó El País, el Ministerio de Sanidad congolés informó que el actual brote, que comenzó el 1 de agosto de este año, ha alcanzado ya los 489 casos y los 280 muertos, superando a la epidemia de 1976.
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Los casos aparecieron en Kivu Norte y se han extendido a lugares donde hay grupos armados que han complicado el acceso de personal de salud.
La situación en el Congo es trágica ya que, además de esta mortal enfermedad, los enfrentamientos no cesan. El jueves recién pasado dos ataques armados provocaron la muerte de 18 civiles en Beni, cerca del epicentro del brote de ébola.
Desde que se declaró la epidemia, el Gobierno congolés junto a la comunidad internacional comenzaron a movilizar personal de salud a la zona afectada. Se combinaron tratamientos experimentales y se realizó una campaña de vacunación que llegó a más de 42 mil personas.
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Pese a lo anterior, aún hay mucha gente que no declara los casos, que rechaza vacunarse y que se niega a trasladar a sus enfermos a centros de tratamiento.
Otro factor que empeora la situación es que en varias localidades como en Beni y Butembo, nunca antes había llegado una epidemia de esta enfermedad, lo que hace que el sistema de salud sea frágil. Tanto así que un total de 44 funcionarios de salud se han contagiado de ébola y de ellos 11 han fallecido.
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