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El Gobierno del país nipón anunció drásticas medidas en contra de los nombres "kirakira", que significan brillante o reluciente.
(CNN) — Si vas a Japón, existe la posibilidad de que conozcas a alguien con un nombre poco común, como “Nike”, “Pikachu” o “Pudding”.
Aunque todavía son una minoría, estos nombres han crecido en popularidad en las últimas décadas a medida que los padres rechazan los nombres japoneses tradicionales en favor de algo más exclusivo.
Pero la práctica también ha generado críticas, principalmente porque resulta confusa para los hospitales, las escuelas y las autoridades que no saben cómo pronunciarlas.
Ahora el gobierno está tomando medidas drásticas contra los llamados nombres “kirakira”, que significan brillante o reluciente. El lunes entraron en vigor nuevas normas que impedirán que los padres les den a sus bebés nombres pronunciados de forma poco convencional.
La noticia generó reacciones encontradas; algunos usuarios de las redes sociales argumentaron que los nombres kirakira son una expresión de individualismo, que son bastante inofensivos y no justifican una regulación gubernamental.
“No son hijos de la nación, ¿verdad? Son hijos de sus padres”, escribió una persona en X tras el anuncio.
Sin embargo, muchos más acogieron con satisfacción el cambio y lamentaron que los niños con nombres inusuales podrían enfrentarse a acoso o, como mínimo, a complicaciones en tareas administrativas como registros u operaciones bancarias.
“¿Por qué algunas personas les ponen nombres kirakira a sus hijos? Solo provoca que los niños sufran acoso”, escribió un usuario de X. Otro bromeó con sarcasmo: “Por favor, dejen de restringir los nombres kirakira. Ver el nombre de un niño revela la inteligencia de sus padres, lo cual es útil”.
Japón utiliza tres sistemas de escritura: el kanji, basado en caracteres chinos, y otros dos sistemas fonéticos. Los nombres suelen escribirse en kanji, y aquí es donde surge el problema.
Debido a que estos caracteres chinos se mezclaron con el japonés existente, cada carácter kanji puede pronunciarse de múltiples maneras, algunas con diez o más. La pronunciación correcta se descifra basándose en las claves del contexto y en los demás caracteres de una oración o frase.
En los nombres kirakira, que se volvieron más populares a partir de los años 80, los padres a menudo eligen un nombre basándose en el sonido fonético (queriendo que el nombre de su hijo suene como “Pikachu”, por ejemplo) y eligen caracteres kanji con un sonido similar.
El problema es que esos caracteres normalmente no se pronuncian de esa manera, lo que hace que sea difícil o imposible para un maestro o una enfermera descifrar cómo decir correctamente el nombre de un niño simplemente mirando su forma escrita en kanji.
Algunos han establecido paralelismos con el modo en que los padres estadounidenses han elegido, cada vez más en la última década, grafías inusuales para nombres comunes, como Ashleigh en lugar de Ashley o Catelynn en lugar de Caitlin.
Las nuevas reglas del gobierno japonés pretenden limitar esto al ordenar que solo se permitan pronunciaciones ampliamente aceptadas de caracteres kanji.
Los padres deberán incluir las lecturas fonéticas de los nombres de sus bebés en el registro y, si los funcionarios locales ven que el sonido fonético de un nombre no coincide con la forma en que normalmente se pronuncian sus caracteres, pueden rechazar el nombre o solicitar documentación adicional.
No es la primera vez que unas normas de nomenclatura estrictas generan debate en Japón.
Japón aún exige legalmente que las parejas casadas compartan el mismo apellido, a diferencia de la mayoría de las demás grandes economías que han abandonado esta tradición. Normalmente, las esposas adoptan el apellido de su esposo, ya que los matrimonios entre personas del mismo sexo no son legales en Japón.
Se está gestando un movimiento para cambiar las reglas en torno a los apellidos, liderado por defensores de los derechos de las mujeres y aquellos que intentan preservar la diversidad de apellidos japoneses en una nación donde un puñado de nombres se están volviendo cada vez más comunes.
Los nombres de pila han dado más espacio para la experimentación, al menos hasta que entraron en vigor las últimas normas.
Cada vez más personas han recibido nombres inusuales en los últimos 40 años, según un estudio de 2022 que analizó los nombres de bebés publicados en boletines locales durante las últimas décadas.
La tendencia sugiere un cambio hacia la búsqueda de “singularidad e independencia” en Japón, según el estudio, algo que también se observa en cambios en otras partes de la vida japonesa durante ese tiempo, como las estructuras familiares y los valores sociales.
Las niñas, en particular, vieron un aumento en los nombres kirakira, agregó, lo que quizás sugiere que los padres tenían una mayor “esperanza de que sus hijas se vuelvan únicas e independientes que de que lo sean para sus hijos”.
Japón no es el único país que ha experimentado una tendencia al alza en el uso de nombres inusuales para bebés. Un estudio de 2016 reveló que los padres estadounidenses eligieron nombres más inusuales entre 2004 y 2015, lo que indica un creciente individualismo en la cultura.
También en China, el rápido crecimiento económico y la movilidad ascendente han hecho que hoy la gente valore el individualismo y la autonomía más que las generaciones anteriores, según un estudio de 2018, lo que se refleja en el aumento constante de padres que eligen caracteres únicos en los nombres de sus bebés.
Al igual que en Japón, el estudio encontró que las niñas chinas tenían más probabilidades de tener nombres inusuales que los niños, lo que quizás refleja diferentes “expectativas parentales”.
Pero también es común que los países tengan normas sobre los nombres aceptables. En Estados Unidos, esto suele ser específico de cada estado; en California, los nombres solo pueden usar los 26 caracteres del inglés, lo que representó un breve problema cuando Elon Musk y Grimes llamaron a su bebé “X Æ A-12”. Finalmente, cambiaron el nombre —muy ligeramente— a “X Æ A-Xii”.
En Alemania, las autoridades pueden retirar un nombre de bebé si lo consideran ofensivo o potencialmente perjudicial para el bienestar del niño. Por ejemplo, anteriormente han prohibido a los padres usar “Borussia”, una referencia a un equipo de fútbol, o “Gastritis”, argumentando que estos nombres “pondrían en peligro el bienestar del niño”, según la administración oficial de la ciudad de Fráncfort.
Mientras tanto, Nueva Zelanda también mantiene reglas estrictas que incluyen prohibiciones de referencias a títulos, lo que significa que nombres como “Rey” y “Príncipe” son rechazados rutinariamente.
Soyon Nishioka contribuyó con el reportaje.
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