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Un escalofriante caso tiene consternado al Reino Unido. Más de 450 pacientes murieron en un hospital debido al suministro inapropiado de medicamentos, especialmente en pacientes de edad avanzada.

Stanley Carby, Gladys Richards, Robert Wilson… La lista revelada por una investigación concluida este miércoles es larga. ¿Qué tienen todos ellos en común? Fueron personas de avanzada edad, que se atendieron en el Hospital de Gosport entre 1989 y 2001 y no salieron con vida del recinto. La mayoría ni siquiera eran pacientes críticos, sin embargo se les aplicó un poderoso sedante en dosis prohibidas.

Las miradas apuntan hacia Jane Barton, una doctora retirada de 69 años. Habría sido ella quien instruía a sus enfermeros a distribuir dosis de un fuerte calmante de tipo opioide. En Reino Unido la llaman la “Doctora Opio” y las muertes durante su turno se multiplicaban de tal manera, que el pabellón del hospital comenzó a conocerse como “el final del camino”

La investigación encabezada por el antiguo obispo de Liverpool, James Jones, asegura que 456 pacientes murieron debido a estas malas prácticas. Sin embargo temen que la cifra sea aún más alta, superando las 600 víctimas fatales.

Un caso que mantiene consternado al país europeo. De hecho, en 2009 y 2010 dos paneles investigaron la muerte de 21 personas atendidas por la doctora Jane Barton. Se concluyó que había cometido “serias faltas profesionales”, tras lo cual decidió jubilarse. Ocho años después, los británicos se preguntan: ¿Por qué no han actuado las autoridades sanitarias, las del hospital de Gosport o los propios colegas de Barton, que durante años sospecharon de estas malas prácticas pero optaron por guardar silencio? Cualquiera sea la respuesta, llega demasiado tarde para las familias de las víctimas.

Vea la nota de la periodista de CNN Chile, Nicole Geisse, en el video adjunto.

 

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