Esta diminuta Isla del Pacífico vende su ciudadanía para no ser tragada por el mar

Por CNN Chile

05.03.2025 / 09:49

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La pequeña isla del Pacífico busca recaudar fondos mediante un programa de "pasaportes dorados" para reubicar al 90% de su población en zonas más seguras ante el aumento del nivel del mar.


(CNN/CNN Chile) Nauru, una diminuta nación insular en el suroeste del Océano Pacífico, ha lanzado un programa de “pasaportes dorados” que permite obtener la ciudadanía por un monto mínimo de US$105.000.

La medida busca recaudar fondos para enfrentar la crisis climática, que amenaza con hacer desaparecer la isla debido al aumento del nivel del mar, la erosión costera y los embates de tormentas cada vez más intensas.

“Mientras el mundo debate sobre la acción climática, nosotros debemos tomar medidas proactivas para asegurar el futuro de nuestra nación“, declaró el presidente de Nauru, David Adeang, a CNN.

El plan gubernamental busca reubicar al 90% de los 12.500 habitantes del país en zonas más altas de la isla y construir una nueva comunidad para garantizar su seguridad. Nauru espera recaudar cerca de US$5,6 millones en el primer año del programa y alcanzar un ingreso anual de aproximadamente US$42 millones, lo que representaría el 19% de los ingresos del gobierno.


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El pasaporte de Nauru permite el acceso sin visa a 89 países, incluyendo el Reino Unido, Hong Kong, Singapur y los Emiratos Árabes Unidos. No obstante, el gobierno ha asegurado que el proceso de selección será estricto, prohibiendo la participación de personas con antecedentes criminales y ciudadanos de países de alto riesgo según las designaciones de Naciones Unidas.

Históricamente, los “pasaportes dorados” han generado controversia debido a su uso indebido en actividades criminales. Un programa similar implementado por Nauru en la década de 1990 terminó envuelto en escándalos, con casos de presuntos terroristas obteniendo documentos de identidad de la isla. Para evitar problemas similares, el actual programa contará con la supervisión de organismos internacionales como el Banco Mundial.

La crisis climática no es el único desafío que enfrenta Nauru. La isla, de apenas 21 km², sufrió una explotación intensiva de fosfato durante el siglo XX, dejando su interior devastado y obligando a la población a vivir en la costa, precisamente la zona más vulnerable al aumento del nivel del mar. Además, en los últimos años ha sido centro de polémicas por su participación en la detención de refugiados con destino a Australia y su interés en la minería submarina.

El programa de ciudadanía por inversión podría convertirse en un modelo para otros pequeños estados insulares que buscan alternativas de financiamiento para adaptarse al cambio climático. En el Caribe, Dominica ya ha utilizado fondos de un programa similar para avanzar en su meta de convertirse en el primer país climáticamente resiliente del mundo para 2030.

“Nauru destaca las oportunidades para que los países vulnerables al clima se conviertan en laboratorios de innovación climática”, afirmó Edward Clark, CEO del Programa de Ciudadanía por Resiliencia Económica y Climática de Nauru. La clave del éxito, según expertos, estará en la transparencia y en la correcta administración de los ingresos generados.