Ocho personas fueron detenidas por supuestamente ser integrantes de una organización terrorista y por estar relacionados al ataque explosivo ocurrido en el metro de San Petersburgo, la segunda ciudad más grande de Rusia.
Decenas de personas resultaron heridas de gravedad y lamentablemente a la fecha van al menos 14 fallecidos con este ataque. Seis sospechosos fueron arrestados en esa misma ciudad mientras que otros dos fueron atrapados en Moscú.
¿Pero cómo fue que la Policía logró identificarlos? Tras investigaciones de la inteligencia rusa y la policía descubrieron que estos supuestos implicados proceden de antiguas repúblicas soviéticas de Asia Central y además encontraron una gran cantidad de armas y municiones en sus domicilios.
El senador Viktor Ozerov, quien dirige el comité de defensa ruso, reconoció que las medidas antiterroristas fallaron.
“Ahora necesitamos descubrir las razones por las que nuestro sistema fracasó y elaborar una serie de medidas para no permitir que se repitan esos errores”, añadió.
Tanto los militantes chechenos como los yihadistas extranjeros tienen un historial de planes para atacar los centros de transporte de Rusia, especialmente en Moscú.
Se estima que 7.000 rusos han viajado a Siria para unirse a grupos extremistas y algunos han regresado.
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