El director de la campaña demócrata en Estados Unidos, John Podesta, culpó al gobierno de Vladímir Putin por una supuesta intención de ayudar a Donald Trump con la masiva filtración de correos electrónicos de Hillary Clinton. “Creo que debe ser un tema de preocupación para todos los estadounidenses, ya sean demócratas, independientes o republicanos”, afirmó el político.
WikiLeaks ha publicado miles de emails de la candidata demócrata donde se evidencias tensiones internas, en especial con el ex precandidato Bernie Sanders. Además, hay discursos que contradicen su postura pública sobre el libre mercado y la apertura de fronteras.
En junio, el gobierno de Barack Obama acusó a Rusia de estar detrás de esta filtración, tras lo cual la campaña de Clinton denunció que WikiLeaks actuaba como brazo propagandístico de Rusia. Sin embargo, tal gobierno rechaza cualquier vinculación. Así lo manifestó el ministro de relaciones exteriores ruso, Sergei Lavrov: “Es halagador pero no hay nada que respalde esas afirmaciones”.
Por su parte, el candidato republicano ha aprovechado de usar la información para atacar a su rival: “Los documentos de Hillary Clinton dados a conocer por WikiLeaks hacen más claro que nunca lo que rodea esta elección: tanta corrupción”. Además, aseguró en medio del debate presidencial que, de convertirse en presidente de Estados Unidos, ordenará una investigación sobre Clinton y el servidor personal que ella utilizaba siendo secretaria de Estado.
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