La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, afirmó que el cambio en que dejaban fuera de la gira al reportero del WSJ se debía "a la conducta falsa y difamatoria del Wall Street Journal" en su publicación sobre Donald Trump y Jeffrey Epstein.
(CNN) – Cuando la Casa Blanca tomó el control del llamado “grupo de prensa” que acompaña al presidente, los periodistas temieron que la administración Trump usara ese poder para castigar a los medios de comunicación.
Primero fue Associated Press; ahora es el Wall Street Journal.
El lunes, la Casa Blanca dijo que retirará al Journal de uno de los codiciados asientos de prensa en el próximo viaje del presidente Trump a Escocia.
La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, dijo que el cambio se realizó “debido a la conducta falsa y difamatoria del Wall Street Journal“, en referencia a la reciente historia de la publicación sobre Trump y Jeffrey Epstein.
El artículo del 17 de julio describía una colección de cartas que Epstein recibió como regalo por su 50.º cumpleaños en 2003, incluyendo una nota con el nombre de Trump y el retrato de una mujer desnuda. Trump presentó una demanda al día siguiente alegando difamación “porque no existe ninguna carta ni dibujo auténtico”.
Ahora la Casa Blanca está utilizando una herramienta a su disposición —el control sobre el acceso a Trump— para tomar represalias contra el periódico propiedad de Rupert Murdoch.
Estaba previsto que un periodista del Journal (que no estuvo involucrado en la historia de la carta de cumpleaños de Epstein) formara parte del grupo de prensa durante el viaje del presidente a sus campos de golf escoceses.
Hasta principios de este año, la asignación de los corresponsales de la Casa Blanca la determinaba la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca (WHCA), un grupo independiente que representa a la prensa. Sin embargo, en febrero, Leavitt eliminó al grupo y tomó el control del grupo, lo que le dio a la administración una nueva forma de influencia.
El grupo de periodistas es un pequeño grupo que viaja con el presidente y cubre eventos en nombre de todo el cuerpo de prensa. La rotación del grupo es crucial, ya que muchos eventos presidenciales, como las sesiones de fotos en el Despacho Oval y las sesiones de preguntas y respuestas en el Air Force One, suelen celebrarse en grupos pequeños.
Leavitt excluyó a la asociación de corresponsales del panorama mientras Trump luchaba contra la AP por su etiquetado del Golfo de México, que Trump ordenó al gobierno estadounidense renombrar como Golfo de América.
AP es un medio de comunicación global, por lo que sus artículos aún hacen referencia al Golfo de México, aunque también reconocen la orden de Trump. Esto desencadenó una disputa legal de meses sobre el acceso de la prensa.
“Como confirmó el tribunal de apelaciones, ni el Wall Street Journal ni ningún otro medio de comunicación tienen garantizado el acceso especial para cubrir al presidente Trump en la Oficina Oval, a bordo del Air Force One y en sus espacios de trabajo privados”, dijo Leavitt el lunes.
“Trece medios diversos participarán en el grupo de prensa para cubrir el viaje del Presidente a Escocia”, añadió, antes de decir que el Journal no sería uno de ellos.
La Casa Blanca no respondió de inmediato a una pregunta de seguimiento sobre qué medio de comunicación reemplazará al Journal.
Un portavoz del Journal se negó a comentar sobre la represalia. Sin embargo, en respuesta a preguntas sobre la demanda la semana pasada, un portavoz declaró: “Tenemos plena confianza en el rigor y la precisión de nuestros informes y nos defenderemos enérgicamente contra cualquier demanda”.
“Este intento de la Casa Blanca de castigar a un medio de comunicación cuya cobertura no le gusta es profundamente preocupante y desafía la Primera Enmienda”, dijo el presidente de WHCA, Weijia Jiang, en un comunicado.
“Las represalias del gobierno contra los medios de comunicación basadas en el contenido de sus reportajes deberían preocupar a todos los que valoran la libertad de expresión y la prensa independiente”, añadió. “Instamos encarecidamente a la Casa Blanca a que restablezca al Wall Street Journal en su posición anterior en la lista de espera y a bordo del Air Force One para el próximo viaje del presidente a Escocia. La WHCA está dispuesta a colaborar con la administración para encontrar una solución rápida”.
Las organizaciones defensoras de la Primera Enmienda también condenaron rápidamente la decisión de la Casa Blanca. “Es inconstitucional, por no decir susceptible y vengativo, que un presidente retire el acceso para castigar a un medio de comunicación por publicar una noticia que intentó suprimir”, declaró Seth Stern, director de defensa de la Fundación para la Libertad de Prensa.
“Pero es de esperar que los periodistas del Journal que planeaban acompañar a Trump en su viaje de golf se sientan aliviados de poder dedicar su nuevo tiempo libre a investigar historias más importantes, desde los vínculos de Trump con Jeffrey Epstein hasta sus esfuerzos sin precedentes por intimidar a la prensa”.