Más allá de la felicidad para los familiares, quienes pudieron tener de regreso a quienes estuvieron secuestrados por más de 8 años por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), el hecho tiene implicancias gravitantes en lo político y estratégico del desarrollo del conflicto.
El analista internacional Guillermo Holzmann, manifestó que a raíz del anuncio de las FARC del año pasado y que se ratificó en febrero del 2012 con respecto al abandono de los secuestro como método de extorsión y chantaje político, que se abren dudas con respecto a cuál será la estrategia que implementará la guerrilla.
Holzmann afirmó que considerando que hoy las FARC cuentan con 12 mil efectivos menos que hace 10 años, además de tener una intención por desligarse de los carteles de narcotráfico, hace difícil entender hacia dónde apuntan las intenciones de la resistencia.
Agregó que en este momento las expectativas están puestas en saber qué ocurrirá con los civiles que aún se encuentran secuestrados, que según el Gobierno son alrededor de 400 personas.
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