EFE/Juan Ignacio Roncoroni

(EFE) – El presidente de Argentina, Alberto Fernández, manifestó este domingo su “incondicional apoyo” a su homólogo brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, luego de que seguidores del ex presidente Jair Bolsonaro, invadiesen en Brasilia las sedes de los tres poderes del Estado.

Quiero expresar mi repudio a lo que está sucediendo en Brasilia. Mi incondicional apoyo y el del pueblo argentino a @LulaOficial frente a este intento de golpe de Estado que está enfrentando“, aseveró el mandatario en su cuenta oficial de Twitter.

En un largo hilo de Twitter, Fernández, quien actualmente ostenta la presidencia pro témpore del Mercosur y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), pidió que los países de la región se unan en rechazo a esta “inaceptable reacción antidemocrática que intenta imponerse en Brasil”.

“Demostremos con firmeza y unidad nuestra total adhesión al Gobierno elegido democráticamente por los brasileños que encabeza el presidente @LulaOficial. Estamos junto al pueblo brasileño para defender la democracia y no permitir #NuncaMás el regreso de los fantasmas golpistas que la derecha promueve”, subrayó el presidente argentino.

El jefe de Estado reiteró que la democracia es “el único sistema político que garantiza libertades” y, por ello, obliga a respetar el “veredicto popular”.

“Quienes intentan desoír la voluntad de las mayorías, atentan contra la democracia y merecen no solo la sanción legal que corresponda, sino también el rechazo absoluto de la comunidad internacional”, puntualizó Fernández.

Cientos de seguidores de Bolsonaro irrumpieron este domingo en el Congreso Nacional, ocupando posteriormente los edificios del Ejecutivo y de la Corte Suprema.

Lula, quien está de visita en el interior del estado de Sao Paulo, no se encontraba este domingo en Brasilia.

Patrullas de la Policía Legislativa, que vela por la seguridad en el Congreso, fueron atacadas y las barreras que acordonaban las sedes de los tres poderes fueron destruidas por los manifestantes.

Los radicales piden la intervención militar de las Fuerzas Armadas para derrocar a Lula, quien asumió la Presidencia hace una semana, el 1 de enero.

Los bolsonaristas radicales no reconocen la victoria en las urnas de Lula, quien en la segunda vuelta del 30 de octubre ganó con el 50,9% de los votos válidos frente al 49,1% de Bolsonaro.

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