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La ONU dio por fracasado el plan de paz con el que pretendía poner fin a la violencia en Siria, tras la masacre de este miércoles en Hama, que dejó 80 muertos.
Mientras las potencias de occidente admiten que las instancias para una salida pacífica a la crisis se agotan, China y Rusia reiteraron su rechazo a cualquier intervención militar extranjera contra el régimen de Bashar al Assad.
En tanto, la sesión especial de la Asamblea General de Naciones Unidas realizó un minuto de silencio por las 80 víctimas que dejó la matanza de Hama y en las afueras del edficio del organismo, un grupo de activista protestaba instaba a la ONU a detener el baño de sangre que por más de un año y medio afecta a los sirios.
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