En una nueva edición de Última Mirada, Raúl Sohr se refirió al reciente discurso conmemorativo de Vladímir Putin en torno a los 80 años desde la Batalla de Stalingrado.
En él, comparó la batalla que marcó el fin del nazismo con la actual guerra entre Rusia y Ucrania.
“Este discurso de Putin no está dirigido a convencer al mundo. Lo que él pretende es cohesionar, estimular al pueblo ruso y, a través de esta comparación, volver a la Gran Guerra Patria; que está en la memoria de todos los rusos como un hecho de armas sin precedentes”, explicó el analista internacional.
Y agregó que “en la medida que tú puedes relacionar el conflicto actual con la motivación profunda que tuvieron los rusos para luchar por su patria y no caer en manos del nazismo, es un elemento de propaganda. Ahora, si esto corresponde a la realidad o no, respecto a la propaganda, es secundario“.
Ejemplificando el caso, volcó la situación a lo local y mencionó a quien destaca por ser uno de los héroes en la historia de Chile.
“Tu moral está construida sobre la base de tu historia. Por eso es tan importante, por ejemplo, en la historia de Chile, la figura de Arturo Pratt. Es un hito histórico que señalas para estimular a las nuevas generaciones de que, cuando la patria lo requiere, no hay esfuerzo suficiente“, dijo.
Sin embargo, negó que la narrativa del líder del Kremlin fuese verídica.
“Trata de hacer esta equivalencia, que es absolutamente ficticia. Son circunstancias total y absolutamente diferentes. En la memoria rusa está esta gesta de armas y esto es lo que Putin quiere sacar a la superficie para volver a entusiasmar a su pueblo. Además, tratando de decirle ‘esta es una causa justa'”, explicó Sohr.
La comparativa, principalmente, se debería a la insistencia del presidente ruso respecto a hallarse en medio de una lucha contra una ideología política.
“Desde el comienzo, cuando empezó la invasión a Ucrania, le planteó a Rusia que esto era una ofensiva contra el Gobierno fascista de Ucrania. Ahora, ¿había fascistas en el gobierno ucraniano? Claro que los había. Pero no eran necesariamente la mayoría y no era una lucha contra el fascismo, era una lucha contra un punto de vista completamente distinto a un país independiente. Por lo tanto, en materia de metáforas, Putin deja mucho que desear”, finalizó.
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