Rebaño de Óscar Contardo ya va por su tercera edición en editorial Planeta. El libro es una investigación que toma como detonante la historia de Rimsky Rojas, un sacerdote salesiano que se suicidó en febrero de 2011, tres días después de que la investigación por la desaparición de Ricardo Harex diera un importante giro.
“Lo que no sabía la comunidad es que Rimsky Rojas había sido denunciado de abuso durante su paso por Valdivia en los ’80” dijo el periodista en entrevista con Cada Noche, y agregó: “Durante la investigación posterior se le toma como sospechoso, como parte de las personas que ocultaron lo que realmente pasó la noche que Ricardo Harex desapareció”.
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El autor contó detalles que llevaron al sacerdote a adquirir el poder que tenía:
“Rimsky Rojas era un persona que lograba mucho poder en los colegios a los que llegaba. Incluso no siendo director en las primeras destinaciones, logró acumular muchísimo poder en las ciudades, trabar amistad con las autoridades y mantener unos vínculos muy estrechos con los apoderados”.
“Es una especie de símil de Karadima pero en un micromundo de provincia y en el ámbito de los colegios salesianos”, añadió. “La figura del sacerdote era admirada, no se le criticaba ni se dudaba. Revestía una especie de escudo que lo hacía impermeable a cualquier duda”, dijo.
Encubrimiento
Otro punto importante en la investigación es la figura del cardenal Ricardo Ezzati, quien era provincial de los salesianos en los ’80, cuando Rimsky Rojas cometió los mencionados abusos.
“Hay por lo menos tres personas que dicen haber denunciado a Rimsky Rojas, haberle dicho esto a Ricardo Ezzati, y él les dijo que iba a tomar algún tipo de medida que nunca tomó”, afirmó el periodista.
En este caso se repiten dinámicas ya conocidas en otros casos de abusos sexuales en la iglesia: “Encubrimiento de la comunidad, encubrimiento de los cercanos, encubrimiento de la iglesia y traslado de un sacerdote de una ciudad a otra”.
Rechazo a Lemebel
Un grupo de alumnos del Liceo de Hombres San Francisco de Quito (SFQ) de Independencia rechazó leer La esquina es mi corazón de Pedro Lemebel, argumentando que el autor era “asqueroso”, esto en referencia a su orientación sexual.
En Cada Noche Óscar Contardo abordó el tema y afirmó que “hay una ola conservadora que un cierto sector de la sociedad no advertía, presente también en sectores sociales populares, básicamente por insatisfacción, una rabia contenida que se traslada no hacia demandas a los poderosos, sino a quienes tienen menos poder, a los más débiles”.
Para el periodista se trata de “una especie de represalia hacia los más vulnerables“. En este caso en particular, “hacia lo que representó Lemebel como figura, como un defensor de la marginalidad y de las minorías. No querer sentirse parte de eso, marcar una distancia en la que ellos toman el poder”.
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