Paulsen: “El brazo estirado al estilo Nazi tiene un significado si quien lo hizo es de ultraderecha, como lo hizo Elon Musk”
Por Fernando Paulsen
22.01.2025 / 09:03
Fernando Paulsen, reconocido periodista y conductor de CNN Chile Radio, reflexionó sobre las comunicaciones verbales y paraverbales en la política, apuntando decididamente que "la simbología de los actos públicos la definen siempre los receptores, no quienes las emiten".
Las improvisaciones y los gustitos en público no tienen un significado único.
En primer lugar, porque cuando se hace una performance rápidamente se construye una situación comunicacional específica, donde quien emite el mensaje cede a quien recibe ese mensaje el monopolio de la interpretación de lo visto o escuchado.
Cuando emisor y receptor tienen la misma explicación para sus gestos y mensajes, hay buena comunicación. Por eso hay tanto asesor que revisa las palabras y gestos de su asesorado para evitar que lo que se quiere comunicar no se entienda correctamente.
El brazo estirado al estilo nazi tiene un significado si quien lo hace es de ultraderecha, como lo hizo Elon Musk en la inauguración del segundo mandato de Donald Trump.
Igualmente, y aquí voy a hacer un punto histórico, un puño enguantado en alto refleja un gesto de poder alternativo, poder negro en el caso que voy a mencionar, del atleta estadounidense Tommy Smith.
Recordarán ustedes, los más viejitos, cuando levantó su puño con un guante negro en el podio de las olimpiadas de México 68 después de ganar con récord mundial los 200 metros planos mientras había una convulsión muy grande racial en su país.
Comunicacionalmente, el punto es que quien hace el gesto, el emisor, no es quien define lo que su gesto significa.
Todas las explicaciones de Elon Musk por su gesto de brazo alzado valen cero si los receptores interpretaron el gesto de otra manera.
El gustito de Musk de pasar a la historia con este gesto puede comprometer a su ahora jefe Donald Trump si los receptores interpretan aquello como un retorno del fanatismo ideológico o peor aún, como un homenaje al nazismo.
En comunicación social, se lo digo a todos los comunicadores y políticos, la simbología de los actos públicos la definen siempre los receptores, no quienes las emiten.