Por Mónica Rincón
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Publicado por CNN

Vamos al fondo si es posible saltarse una forma tan desafortunada. Que se las arreglen con un bingo supone que cada uno se rasca con sus uñas y ahí gana el que las tiene más afiladas, no el con más mérito. Es consagrar que no somos una sociedad que garantiza ciertos mínimos.

Se equivoca Varela cuando pone como ejemplo a profesores que en vacaciones arreglan un colegio. Admirable, pero que tengan que quitar tiempo a su descanso o a desarrollar mejores métodos no es justo.

Una gotera o un piso destrozado no son pequeñas cosas para niños que estudian dentro salas con parka, que comen poco y mal, que caminan kilómetros. No tenemos derecho a obligarlos a ser casi héroes para surgir.

Se sigue equivocando Gerardo Varela al decir “Mineduc y Santiago deben quedarse con obras mayores de infraestructura”. Yerra porque iguala Mineduc y Santiago, cuando él es el Ministro de Educación de Chile, no de Santiago.

Termina de equivocarse cuando tras pedir disculpas, insiste en que el Estado no se la puede con todo.  No hablamos de tablet, hablamos de la infraestructura que es el espacio vital donde se educa.

Y el Estado tiene el DEBER de podérsela en asegurar un mínimo decente. Presuponer otra cosa es inaceptable. Ni las goteras ni los vidrios rotos se deben financiar con bingos, como un cáncer no tiene por qué pagarse a punta de completadas.

Los escolares no pueden transformarse en los campeones del bingo. Esas también son grandes humillaciones.

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