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Una de las leyes que ha permanecido como escrita en piedra a pesar de las críticas que ha recibido desde el retorno a la democracia, podría estar viviendo sus días finales.

El Presidente Piñera firmó una indicación que pone fin al destino automático del 10% de las ventas, no de las ganancias, de CODELCO a las FFAA.

No significará tanto para CODELCO, mientras los gobiernos sigan retirando todos los excedentes con excepcionales capitalizaciones. Pero el fin de la Ley Reservada del Cobre significa mucho para la democracia. Porque implica avanzar en hacer efectivo el control de la autoridad civil sobre las instituciones armadas en lo que respecta a su financiamiento.

Aunque le pese a la ex Concertación, podría ser de nuevo el gobierno de Sebastián Piñera el que lleve adelante una reforma que ellos no pudieron o no se atrevieron a hacer.

Con otro cariz y significado, el período pasado fue el cierre del Penal Cordillera. Ahora podría ser esta ley que el 2016 apenas perdió su carácter de secreta.

Porque dentro de los pactos implícitos de la transición, estuvo el dejar a hacer a las instituciones castrences respecto de los que se entendieron como “sus” fondos más que como dinero de todos los chilenos.

Pero hace rato que los boinazos se habían convertido en cosa del pasado. Las amenazas para la democracia eran otras, una de las más importantes: la corrupción. Poner fin a la opacidad de los gastos de las fuerzas armadas y de orden es uno de los muchos pasos que hay que dar en el camino de la probidad. Le moleste a quien le moleste.

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