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De nuevo tribunales. De nuevo la Justicia solucionando problemas que nuestras autoridades parchan pero no curan.

Esta vez la Corte de Apelaciones ordenó al Hospital de La Florida a que dé atención de una nefróloga a una paciente que fue descartada en una interconsulta hecha con telemedicina. Los jueces dicen que esta herramienta es colaborativa pero no definitoria cuando hay diagnósticos presenciales opuestos.

Más allá de este caso, se trata ya de una constante. Que no pueden subir los planes arbitrariamente, que las tablas no deben ser usadas como lo hacen las isapres, que hay que entregarse cobertura para remedios vitales en el sistema público y privado.

Tal como pasó en un momento con el medio ambiente, ahora en salud la Justicia vuelve a asumir la solución caso a caso de un sistema que no da el ancho y a alertar una y otra vez que en lo público y lo privado se requieren de reformas estructurales.

¿Dónde están nuestras autoridades cuando se les recuerda que la vida no pude depender de los recursos? ¿Dónde nuestros parlamentarios que por ejemplo aún no legislan una reforma a isapres que lleva años de años en el Congreso?

¿O van a esperar a que esto estalle como un movimiento social en las calles? Claramente necesitamos políticos que actúen más como estadistas y menos como bomberos, que encaren problemas complejos con soluciones sustentables.

Hace años, más allá de que se cumpliera o no, al menos se prometió que ningún chileno iba a dejar de ir a la educación superior por falta de recursos. Y ¿quién cautela que el presupuesto garantice que ningún chileno se va a morir porque su billetera es modesta? Esto tiene que tener remedio.

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