Se puso finalmente la capa de persecutor y el mismo Jorge Abbott que llamaba a sus fiscales a ACOTAR y CERRAR investigaciones que golpearan a la política… en materia de delitos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica hace hoy EXACTAMENTE LO CONTRARIO y en una semana.
PRIMERO: ordena a las fiscalías del país a investigar TODAS las denuncias, estén o no prescritas
SEGUNDO: le da la facultad al fiscal Emiliano Arias para que pueda ampliar su investigación en los casos de abusos sexuales más allá de su región y permitirle que dirija nuevas causas vinculadas a la suya, aunque estén en otras circunscripciones.
Y TERCERO: esta tarde recibe en su oficina a los denunciantes del caso Karadima junto a su abogado. Figuras legitimadas en toda la sociedad chilena, que han ganado respeto por su búsqueda de verdad en estos casos.
Es claro que el Fiscal Nacional entendió que los delitos sexuales cometidos por miembros de la Iglesia Católica, cada vez más desprestigiada, se han convertido en un tema nacional que indigna, donde se esperan sanciones, y que si logra abordarlo bien y avanzar en la justicia, ganaría no sólo su legitimidad, sino afirmarse en su puesto de Fiscal Nacional, que en último tiempo se le ha vuelto resbaladizo tras la petición de destitución que hizo el Frente Amplio en su contra.
Paradójico que tenga que poner sus fichas en el fiscal Emiliano Arias con quien ha protagonizado públicos desencuentros y a quien sancionó administrativamente este año. Bueno, a él le abre la posibilidad de investigar nuevas causas. No en vano ha sido el primer fiscal en incautar documentos del arzobispado de Santiago y tener al propio cardenal arzobispo citado a declarar como imputado en esta causa.
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