Este 15 y 16 de mayo se realizará una inédita elección, la cual contará con una serie de particularidades. En esta oportunidad, los ciudadanos podrán sufragar en cualquiera de las dos jornadas por cuatro cargos, incluidos dos nuevos: gobernador regional y convencionales constituyentes.
En conversación con CNN Chile, Juan Pablo Luna, académico de la Universidad Católica de Chile (PUC) sostuvo que esta elección es “de las más importantes que ha tenido el país los últimos años”. Esto se debería, sobre todo, a la expectativa generada estos meses y especialmente tras el estallido social.
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Este importante proceso fue postergado previamente en dos oportunidades debido a razones sanitarias. Al respecto, diversos especialistas creen que esto pudo haber afectado las discusiones y la fuerza de los debates especialmente los relacionados a la elección de constituyentes.
Luna sostuvo que sucedieron dos cosas, siendo la primera de ellas el hecho de que una gran parte de la ciudadanía “está sufriendo las consecuencias de la pandemia”. “Eso hace que la atención sobre los procesos electorales pueda resentirse, ya que la gente tiene otros problemas y mucho más graves”, dijo.
“En segundo lugar, las candidaturas que estaban desplegadas para la primera fecha prevista para este año, y que estaban haciendo campaña, fueron de alguna manera congeladas y volvieron activarse hace unos pocos días y tal vez resientan un poco eso”, detalló.
Preocupación por la participación electoral
El profesor de la Escuela de Gobierno de la PUC recalcó que “en toda elección es muy relevante que la participación sea buena”. Al respecto, y desde la transición, Chile vive un proceso de “declive casi permanente” en las tasas de participación electoral.
Sin embargo, ese declive en parte se atenuó y revirtió en el plebiscito del 2020, donde, en base a los datos revelados por el Servicio Electoral (Servel) “se produjo una activación electoral en grupos que no votaban tradicionalmente como jóvenes menores de 35 años (…) y sectores populares”.
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Luna recalcó que existen dudas respecto a si se reproducirá el alto nivel de participación por esos sectores que se activaron en el plebiscito. Esto se debería a que existen “varios factores que pueden incidir“, incluyendo el miedo a contagiarse y a las múltiples opciones a elegir.
“Mi impresión es que Chile está acostumbrado a un umbral de participación cercano un 50% y yo diría que cualquier nivel dentro de ese entorno es razonable y esperable para ese tipo de procesos. Obviamente cuanto más mejor en términos de legitimidad”, concluyó.
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