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Desde 1946: 62 gobiernos en 67 años. Tras la unificación que se logró en 1861 bajo el reinado de Víctor Emanuel II, Italia pasó por el parlamentarismo y luego la dictadura de Mussolini. En 1946 retornó la democracia, pero no la estabilidad y desde entonces en 67 años se sucedieron 62 gobiernos.

Los 61 millones de italianos han soportado que sus Primeros Ministros duren poco más de un año. Ahora es el turno de Enrico Letta. Hombre centrista, del Partido Demócrata, que aceptó pactar con Berlusconi y otros para lograr formar un gobierno que no había sido posible sacar adelante desde las elecciones de febrero.

Permanecer en el poder será paradójicamente la más fácil de sus tareas: 20% de pobreza, 11% de desempleo, corrupción, crimen organizado, diferencias económicas profundas entre el sur y el norte del país, deuda pública disparada al 127% … algunos de los desafíos más urgentes.

Con un PIB per cápita de 30 mil dólares, el doble del de Chile, la tercera economía de la zona euro, es clave para la estabilidad continental. Su nuevo Primer Ministro ha anunciado que va a cumplir con las medidas de austeridad, pero ha advertido que sin políticas pro crecimiento Italia será ahogada. Frente a Ángela Merkel sostuvo estar dispuesto a redoblar esfuerzos en pro de la unidad de Europa y de su futuro, pero que no lo haría a cualquier costo.

Letta ha nombrado un gabinete con 7 mujeres del total de 21 miembros; todo un récord. Y su equipo tiene en promedio 11 años menos que el último de la administración anterior. Si eso tiene como consecuencia una renovación de la clase política habrá que verlo.

En contra de esa esperanza está el hecho de que el Ministro del Interior sea Angelino Alfano, mano derecha de Silvio Berlusconi. Y también el que el propio Primer Ministro Letta, a pesar de ser el tercero más joven de la historia de Italia (tiene 46 años), tenga nexos profundos entre la clase política Italia y una larga trayectoria. Si eso se traduce en usar su vasta experiencia para hacer cambios o en más de lo mismo, es otra de las muchas interrogantes en las mentes de los italianos.

En todo caso, quien esté en el poder, quien quiera sea el Primer Ministro de Italia no sólo deberá afrontar los problemas económicos del país sino que deberá hacer reformas profundas a sus sistema institucional si quiere sentar las bases de una democracia creíble y duradera.

Un sistema que, tras la dictadura de Mussolini, buscó diluir el poder al máximo para evitar que se repitiera una experiencia tan traumática como ésa.

Será necesario cambiar una compleja ley electoral y también el modelo institucional que da iguales poderes a Senado y a la Cámara de Diputados y que exige que el Premier cuente con el respaldo de ambas cámaras.

Hoy, las enormes expectativas que se fijan en este hombre son arma de doble filo… Y Si Letta fracasa, vendrá un nuevo gobierno, pero no es descartable que la crisis se profundice y que se abran espacios para figuras populistas, dispuestas a prometerlo todo y a cumplir sólo parte.

Mónica Rincón Periodista, conductora CNN Chile (En Twitter: @tv_monica)

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